bilbao - La posibilidad de que los meses que quedan hasta las elecciones autonómicas se conviertan en un vía crucis por la presión de ELA y LAB en la calle preocupó algo menos ayer al Gobierno vasco, que consideró que la huelga ha pinchado. Ahí lo quiso dejar, pero el PNV desplegó la artillería argumental con una reacción muy dura donde calificó de “fracaso absoluto” la convocatoria y pidió autocrítica a ELA y LAB.

“El seguimiento de la protesta ha sido muy limitado tanto en el sector público como en el privado, y una inmensa mayoría de la ciudadanía vasca ha decidido acudir a su puesto de trabajo pese a que las citadas organizaciones sindicales habían volcado todos sus esfuerzos en paralizar el país”, dijeron. “La misma sociedad y los mismos colectivos a los que decían defender les han dado hoy claramente la espalda”, aseguró el PNV.

Por ello, los jeltzales pidieron a ELA y LAB que “se sometan a un serio y profundo ejercicio de reflexión y autocrítica ante la evidencia de que aquellos a quienes decían defender con la protesta de hoy no han secundado mayoritariamente la huelga, ya sea porque han entendido que no es la manera adecuada de alcanzar los objetivos, o porque sus prioridades no son las mismas”, dijeron, para añadir que la sociedad vasca ha visto que es una “huelga política envuelta en celofán”. El PNV recalcó que seguirá trabajando por las pensiones en Madrid. - M. V.