BILBAO - Después de que el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, apremiara a ERC a cerrar un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez advirtiendo de que es el "paso necesario para abordar el diálogo" que tanto reclama la formación independentista; los republicanos avisaron nuevamente a los socialistas de que "ni las presiones ni el chantaje" les funcionarán. Así se pronunció ayer la portavoz de ERC, Marta Vilalta, precisando que Esquerra lo que quiere "son concreciones" respecto a la mesa de diálogo para solucionar "el conflicto político". El denominado pressing ERC, que ya enfadó a los republicanos cuando el presidente en funciones dio por hecho el acuerdo, vuelve a la palestra en puertas de la nueva reunión de hoy. Los dos partidos permanecen en contacto y están intercambiando documentos con propuestas. "De momento se reconoce que hay un conflicto político cuya solución se debe canalizar por la vía política, por lo que el siguiente paso es activar la mesa de negociación", declaró Vilalta.

En los documentos señalados, PSOE y ERC ponen "negro sobre blanco" y sirven "para constatar lo lejos que aún estamos", indicó la portavoz republicana, que sigue sosteniendo que su formación ve difícil que la investidura tenga lugar antes de enero. "Nosotros no hemos puesto ningún calendario, pero vemos difícil un acuerdo antes de que acabe el año, aunque si el PSOE tiene prisa, ya sabe lo que tiene que hacer para conseguir un acuerdo", aseveró Vilalta, recalcando que no es bueno que los socialistas "pongan la vía negociadora como moneda de cambio" porque ERC "negocia por convicciones, pensando en lo que conviene a nuestro país, no a cambio de una investidura de un presidente del Gobierno ni tampoco para obtener ventajas partidistas". En este contexto, el partido de Oriol Junqueras entiende que en la mesa de negociación se debe poder hablar de todo, lo que incluye "que los catalanes puedan decidir democráticamente su futuro, y si esto no se concreta, por muchas amenazas y chantaje que hagan, con ERC que no cuenten".

La portavoz de ERC admitió que el desarrollo de las negociaciones puede verse afectado por la decisión del Tribunal de Justicia de la UE, con sede en Luxemburgo, acerca de la inmunidad de Junqueras. "Somos optimistas sobre lo que puedan decidir los jueces europeos pero prudentes aunque, pase lo que pase, seguiremos defendiendo los derechos políticos de Junqueras conscientes de que con esto también defendemos los de la ciudadanía que lo ha votado", anticipó. Una decisión favorable al líder republicano "puede volver a dejar a la Justicia española en evidencia y puede crear jurisprudencia a fin de que nunca más se vulneren los derechos de los diputados por sus ideas políticas". En este supuesto, ERC pondrá encima de la mesa "que se tomen las decisiones oportunas para rectificar", aunque no desvela qué tipo de decisiones pedirá su partido ya que primero desea analizar el contenido de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo. Sin embargo, la decisión beneficiaría por extensión a su rival Puigdemont.

En este escenario, Sánchez iniciará hoy a las 09.00 horas, con Iñigo Urkullu, la ronda telefónica con los presidentes autonómicos, contacto donde el lehendakari espera poder abordar el modelo territorial y cuestiones estructurales de la situación política en Euskadi y el Estado. A su entender, "no es tiempo de tacticismos" sino de abordar las cuestiones que llevan "pendientes" desde hace tiempo, entre, ellas, los compromisos adoptados a principios de año por el Gobierno español sobre el traspaso de las competencias. Posteriormente, a las 9.15 horas, contactará con Quim Torra, justo antes de que el jefe del Ejecutivo catalán acuda a la reunión semanal del Consell Executiu y después de que el president tratara la pasada semana que el líder socialista le llamara a él en primer lugar a modo de gesto y una vez que lleva semanas sin levantarle el teléfono. Desde Presidència informaron de que el ofrecimiento del Govern de hablar a las 8.00 horas era inviable, puesto que Sánchez no podía a esa hora y, según dicta el protocolo, antes de llamar a Torra debía hacerlo con Urkullu. Por su parte, el president tenía programada una reunión a las 8.30 horas y a las 9.30 está marcado el inicio del cónclave gubernamental semanal. Finalmente, ambas partes encontraron un hueco sobre las 9.15 horas.

Desde la Generalitat se reclama un "reconocimiento de los sujetos políticos" y la necesidad de que por parte del Gobierno español se emita una "propuesta democrática para dar salida a la autodeterminación y el fin de la represión". Torra considera necesario "que todo el mundo esté a la altura del momento político" y encare el conflicto "con valentía y coraje", y "no con gestos vacíos y estériles". De hecho, tras conocer que Sánchez le iba a telefonear, alegó que "el problema no es una llamada", aunque en su momento usó la descortesía del socialista para arremeter contra la falta de respeto institucional del presidente en funciones y recriminar una escasa voluntad de atender el "conflicto político". Para el jefe del Govern, "lo que hace falta es respeto institucional, bilateralidad". ERC, que también ha querido apuntarse el tanto de que al fin el presidente español conversará con Torra, entiende que esta ausencia de comunicación era "una anomalía democrática".

Esta ronda de contactos con los presidentes autonómicos es insólita, ya que normalmente este tipo de conversaciones tienen lugar una vez un presidente ha sido investido y no mientras está intentando recabar los apoyos a la investidura. Pero hacía tiempo que Torra demandaba contactar con él con sucesivos intentos fallidos. Y Sánchez, que depende ahora de la abstención del independentismo, concretamente de los republicanos, se sacó de la chistera una ronda exprés con todos los presidentes para poder hablar con el jefe del Ejecutivo catalán.