Bilbao - El president de Catalunya, Quim Torra, no olvida la posibilidad de que el Parlament pueda investir a distancia y de forma telemática a su predecesor en el cargo, Carles Puigdemont, como respuesta a la sentencia del referéndum del 1-O del Tribunal Constitucional. La Cámara catalana tiene abierta una propuesta de reforma de su Reglamento que se está tramitando en una ponencia conjunta, impulsada por JxCat, y fuentes del Ejecutivo parecen no desdeñar esa opción. Además ensalzó la labor del Consell de la República “liderado por el president Puigdemont, donde está todo el mundo representado”.

Torra sigue manteniendo como mantra que la respuesta al dictamen judicial que se espera para el mes próximo atañe a todas las instituciones políticas catalanas, por lo que la respuesta debe ser unitaria. Común, sí, pero en clave de confrontación democrática y con un papel importante para Puigdemont, que podría ejercer de acicate soberanista en un futuro próximo. Fuentes del Govern “no descartan nada”, señalaron. Así, también considera que el Parlament, enzabezado por el presidente Roger Torrent, “también tendrá que reaccionar a las sentencias contra diputados que fueron escogidos para esta legislatura”. Es más, señaló como necesario que “todas las instituciones tendrán que liderar con el ejemplo en el periodo de confrontación democrática”, con especial incidencia en la acumulación de fuerzas de la que hace gala el Consell de la República, entidad con base en Bruselas y encabezada por Puigdemont cuyo objetivo es cumplir el mandato de la consulta del 1-O para convertir a Catalunya en un estado independiente bajo la fórmula de la república y tras hacer efectiva su autodeterminación. Con casi 70.000 inscritos en total, lo cierto es que durante la última semana ha incrementado sus apoyos, lo que hace que Torra sitúe a este ente como un faro para el soberanismo.

Esa fue la respuesta que Torra lanzó ante unas declaraciones anteriores en la jornada de ayer en las que el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), volvió a demostrar las dos estrategias que en la actualidad dividen al soberanismo catalán. Por un lado se sitúa JxCat, y por el otro una ERC que sigue manteniendo su hoja de ruta: Govern de concentración soberanista, sin orillar que los acontecimientos de otoño puedan derivar a un adelanto electoral de consecuencias impredecibles a las que el independentismo catalán debería de ir unido de la mano. Así lo expuso Torrent, que inquirió directamente a Torra invitándole a explorar “forzosamente” esa fórmula, ya que representaría “el 80%” de la sociedad, que están en contra de la represión y que quieren una solución democrática”. Esta opción incluiría a comunes y CUP.

De la misma forma, Torrent consideró que el Govern de concentración trasladaría un mensaje político “clarísimo” al Estado, lo que conllevaría forzar a Madrid a sentarse a negociar el “referéndum inevitable”. No obstante, tampoco “se pueden descartar las elecciones”, afirmó en una entrevista a la ACN. - DEIA