- El presidente de EE.UU., Joe Biden, suavizó este lunes su política hacia Cuba al restablecer los vuelos comerciales más allá de La Habana, suspender los límites a las remesas y autorizar ciertos tipos de viajes, aunque el turismo a la isla seguirá prohibido. El anuncio de Biden supone una marcha atrás en algunas de las políticas que implementó su antecesor, el republicano Donald Trump (2017-2021), y que supusieron el fin de la era del “deshielo”, orquestada por el estadounidense Barack Obama (2009-2017) y su homólogo cubano, Raúl Castro.

Para el Partido Demócrata de Florida, estos cambios buscan mantener la presión sobre el régimen y a la vez evitar que los ciudadanos de la isla se conviertan en “daños colaterales”. “La política hacia Cuba se lleva a cabo mejor con un bisturí, no con un machete”, dijo Manny Díaz, presidente del Partido Demócrata de Florida,

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quiso dejar claro en un comunicado que la prioridad de Biden sigue siendo el respeto a los derechos humanos y afirmó que las medidas sirven para dar más “herramientas” al pueblo cubano para vivir libremente y acceder a mejores oportunidades económicas.

“Seguimos instando al Gobierno cubano a que inmediatamente libere a todos los presos políticos, respete las libertades fundamentales del pueblo cubano y permita al pueblo cubano determinar su propio futuro”, añadió Price.

Específicamente, Washington anunció que restaurará tanto los vuelos comerciales como los vuelos chárter, que eran los más usados por muchos cubano-estadounidenses para viajar a la isla desde Miami (Florida, EE.UU.). Hasta ahora, las aerolíneas estadounidenses solo podía volar a La Habana, lo que dejaba a los cubano-americanos con pocas opciones para visitar a sus familiares en otras partes de la isla.

El Gobierno de Trump prohibió en 2019 los vuelos comerciales desde su territorio a todas las ciudades de Cuba con la excepción de La Habana y, en agosto de 2020, fue más lejos al suspender los vuelos chárter privados a todos los aeropuertos de la isla, incluido el de la capital.

Asimismo, Washington anunció que suspenderá el límite de 1.000 dólares por trimestre a las remesas y explicó que esa medida afectará tanto a las remesas que proceden de familiares en EE.UU. como aquellas que provienen de otras fuentes, lo que probablemente beneficiará a los conocidos como “cuentapropistas”. Trump prohibió mandar remesas a Cuba mediante empresas como Western Union, que concentraba la gran mayoría de los envíos de EE.UU. a la isla, de forma que la única vía que quedaba para hacer llegar ese dinero era la informal mediante viajeros que llevaban las divisas en efectivo, un método complicado por la pandemia.

Además, Biden aumentará los servicios consulares de Estados Unidos en la isla y restablecerá un programa de reunificación familiar que llevaba suspendido desde hace años con la acumulación de hasta 20.000 solicitudes.

Por otro lado, Estados Unidos anunció que restablecerá la autorización para algunos tipos de viaje que Trump había restringido como aquellos con fines educativos o relacionados con fines profesionales.

Bien también permitirá los viajes de grupos de estadounidenses destinados a hacer contactos con el pueblo cubano, conocidos como people to people travel, pero siguen prohibidas las visitas individuales de esta clase.

El presidente del comité de Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, de origen cubano, consideró que las medidas envían un “mensaje equivocado” al Gobierno de Díaz-Canel, y expresó especial preocupación por la reanudación de algunos tipos de viajes a la isla.