La Casa Blanca ha asegurado que los crímenes de odio por motivos raciales "son abominables" tras la muerte el sábado de diez personas en un tiroteo en Buffalo, Nueva York, en lo que la Policía ha considerado como un ataque racista.

"Debemos rechazar las ideologías de odio y extremismo que buscan dividir a los estadounidenses, siempre que lo encontremos en nuestra sociedad. Es la antítesis de lo que somos como país", ha dicho la portavoz, Karine Jean-Pierre, agregando que "el odio no debe tener un puerto seguro".

La portavoz de la Casa Blanca ha descrito la "urgencia" de trabajar y avanzar hacia la mejora del intercambio de información entre las fuerzas de seguridad federales, estatales y locales sobre las amenazas y el análisis del terrorismo nacional, así como la prevención de la violencia.

"Todavía estamos averiguando la motivación de todo esto. Ver lo que pasó en Charlottesville fue un factor importante en la decisión del presidente (Joe Biden) de postularse en 2017. Muchas de esas voces oscuras todavía existen hoy, y el presidente está determinado, como lo estaba en ese entonces", ha explicado.

Jean-Pierre también ha precisado que el país se enfrenta a una "crisis de salud mental", que "se ve agravada por actos de violencia" que pueden "traumatizar a las comunidades, especialmente a las comunidades de color".

Preguntada ante una posible pena de muerte para el responsable, la portavoz de la Casa Blanca ha dejado claro que es un asunto que está siendo investigado por el Departamento de Justicia, por lo que no es su lugar juzgar ese tipo de cuestiones.

"Nuestro país se enfrenta a una epidemia de violencia armada que está costando vidas todos los días. Vimos eso en Buffalo y en ejemplos todos los días que podrían no ser noticia, pero destrozan a familias y comunidades", ha zanjado.

El atacante de Buffalo era un individuo de 18 años identificado como Payton Gendron que abrió fuego indiscriminadamente contra una tienda de un barrio de mayoría negra y publicó el ataque en un directo en redes sociales. Once de las trece personas alcanzadas por las balas eran negras.