Rusia rechazó ayer rotundamente las acusaciones de instigar la crisis ucraniana, en particular, a través de supuestos planes para derrocar al actual Gobierno, y culpó a Occidente de desinformar para elevar las tensiones en torno a la antigua república soviética. “Instamos a Foreign Office a que deje de difundir tonterías”, señaló el Ministerio de Exteriores ruso en su primera reacción a las informaciones de Exteriores británico sobre la intención de Moscú de instalar un líder prorruso en Kiev.

Moscú también pidió al Reino Unido que deje de lado sus “actividades provocativas” en un mensaje en Twitter que criticaba la “desinformación que circula” acerca de las intenciones rusas en Ucrania.

Londres afirmó el sábado tener información que indica que Rusia pretende instalar un dirigente prorruso en Kiev mientras considera invadir y ocupar Ucrania.

El exdiputado ucraniano Yevhen Murayev, de 45 años, es considerado como posible candidato, según el Foreign Office, que indica que dispone de información de que los servicios de inteligencia rusos mantienen vínculos con numerosos expolíticos ucranianos. “La información arroja luz sobre el alcance de la actividad rusa diseñada para subvertir a Ucrania, y es una idea del pensamiento del Kremlin”, señaló la ministra británica de Exteriores, Liz Truss.

Mientras, el propio Murayev, conocido por sus declaraciones a favor del estatus neutral de Ucrania, señaló ayer que espera disculpas de Londres tras calificarle de un líder prorruso. “Es una tontería. Desde hace cuatro años me han prohibido siquiera entrar en Rusia”, dijo Muráyev en una entrevista con el rotativo UkrainskayaPravda.

Según Murayev, Ucrania debe ser “fuerte y soberana”, algo que, según él, contradice la visión rusa del desarrollo del país vecino. “Es difícil de imaginar que pueda tener comunicación alguna con los rusos. Por eso, la información es poco profesional. Espero unas disculpas”, dijo.

A su vez, la Embajada rusa en Londres consideró “anecdóticas” las declaraciones de Exteriores británico sobre la intención de promover la llegada al poder en Ucrania de una persona que “está bajo sanciones en Rusia”.

la seguridad europea

Según el analista ruso Dmitri Suslov, las declaraciones de Londres son parte de los intentos de Occidente para presentar lo que ocurre como “supuestos planes de Moscú de invadir Ucrania”. “Pero en realidad, la cuestión no es esa. La cuestión trata de un cambio radical de las reglas de juego en el ámbito de la seguridad europea y el cese de la ampliación de la OTAN”, dijo el experto del club internacional de debate Valdái.

El analista señaló que para “instalar un Gobierno títere”, tal y como dice Londres, Rusia tendría que “ocupar gran parte del territorio ucraniano”. “No creo que Rusia quisiera hacerlo porque estaríamos hablando de una guerra a gran escala con numerosas víctimas en ambos lados”, dijo. Según Suslov, las declaraciones sobre un Gobierno títere en Kiev las hacen “aquellos que buscan seguir aumentando los suministros militares a Ucrania y no cambiar su política respecto a la ampliación de la OTAN, haciendo así concesiones a Moscú”.

El experto se congratuló por las conversaciones llevadas a cabo entre Rusia y EE.UU. durante este mes, que demostraron que las partes tienen voluntad para “continuar el diálogo diplomático”, pese a todas las divergencias que les separan. Con todo, advirtió de que la escalada en la frontera con Ucrania continuará al compaginar Moscú el diálogo diplomático con una “tensión militar”. “Pues desde el punto de vista de la parte rusa, sin esa tensión militar y sin presión, no habría ningún diálogo”, apuntó.

Suslov opinó que sin la presencia militar rusa cerca de la frontera con Ucrania, todas las rondas de negociaciones llevadas a cabo en las últimas semanas (con EE.UU., la OTAN y la OSCE), “simplemente no se celebrarían”. “Y las exigencias de Moscú serían ignoradas, tal y como ya ocurrió en el pasado”, dijo.

El analista insistió en que Rusia no está interesada en una invasión de Ucrania, porque eso llevaría a “un efecto contrario” a lo que busca ahora Moscú. “Como resultado de una hipotética invasión, Ucrania se tornaría más antirrusa e intensificaría su cooperación militar con EE.UU. y la OTAN, acogería más maniobras militares. Todo eso es plenamente contrario a lo que reclama Moscú. El experto asegura que Rusia mantendrá la “presión militar” y conservará la presencia cerca de la frontera ucraniana hasta recibir garantías.

las claves

Guerra en el Donbás. El origen de las tensiones radica en el este de Ucrania, el Donbás, donde en 2014 estalló una guerra entre el Ejército ucraniano y separatistas prorrusos apoyados por Moscú. A un mes del comienzo de las hostilidades en el este ucraniano, Rusia anexionó la península de Crimea, aunque la comunidad internacional continúa considerando la península bajo soberanía ucraniana. El conflicto, que, según la ONU, ha causado más de 14.000 muertos en ambos bandos se encuentra congelado a falta de cumplimiento de los acuerdos de paz de Minsk, firmados en 2015.

Rusia exige un pacto a EE.UU. Las relaciones entre Rusia y EE.UU. se encuentran ahora en un punto “crítico y peligroso”, afirma Moscú. Para evitar un mayor deterioro de la situación, Rusia exigió a Washington y la OTAN garantías de seguridad, que prevén, en primer lugar, un veto a la ampliación de la Alianza hacia las fronteras rusas y el cese de sus actividades en las antiguas repúblicas soviéticas, que Moscú ve como su área de influencia. Moscú exige que Ucrania y Georgia nunca ingresen en la Alianza, pese a sus anhelos de hacerlo.

Moscú niega planes de atacar. Rusia niega planes de atacar o invadir Ucrania pese a un aumento sustancial de tropas en la frontera con el país vecino. Según Moscú, el desplazamiento de las unidades militares dentro de las fronteras rusas es derecho soberano del país y no incumbe a otros estados.

Maniobras militares en la zona. En medio de tensiones con Ucrania y Occidente, Moscú continúa con los ejercicios militares de sus tropas a lo largo de su frontera occidental. En febrero están previstas maniobras conjuntas ruso-bielorrusas, calificadas de “preocupantes” por EE.UU. Rusia las considera rutinarias.

Tensiones en abril de 2021. Las tensiones por la presencia rusa en la frontera con Ucrania también despertaron temores en abril de 2021, cuando Kiev informó de la concentración de más de 100.000 militares rusos en la región. Según Washington, se trataba de la mayor acumulación de efectivos rusos en la frontera con Ucrania desde el conflicto de 2014. Moscú señaló entonces que respondían a las “actividades militares amenazantes” de la OTAN cerca de sus fronteras.

Una ‘guerra’ en los medios. Las actuales tensiones sobre Ucrania han generado un ‘tsunami’ de informaciones en los medios que ha sido criticado por las autoridades tanto de Rusia, como de Ucrania. Kiev pide a los ciudadanos no caer en el pánico y Moscú califica las noticias sobre la posible invasión rusa de “histeria”.