El político y magnate libanés Najib Mikati ha sido designado para formar el próximo Gobierno del Líbano, la tercera persona a la que se le encarga esta tarea en cerca de un año y después de la reciente dimisión de su predecesor, el histórico Saad Hariri.

Mikati se enfrenta al reto de sacar al país mediterráneo de la peor crisis económica de su historia, que le ha dejado sin apenas medicinas, combustible ni electricidad, y con más de la mitad de la población en la pobreza, pero para ello deberá sortear el estancamiento político del polarizado sistema sectario libanés.

El Líbano, en manos de un Gobierno interino durante casi un año, ha vivido desde el verano pasado la dimisión de dos dirigentes por falta de consenso político: Mustafa Adib, que duró apenas un mes en el puesto, y Hariri, que abandonó hace diez días tras nueve meses de desacuerdos con el presidente libanés, Michel Aoun.

moderado prosirio

Mikati, un moderado prosirio que fue ministro de Trabajo Público y también primer ministro en dos ocasiones en 2005 y 2011, aseguró en un breve discurso en el Palacio Presidencial que si no confiase en sus “capacidades” y “garantías externas” no habría aceptado este desafío.

La última vez que Mikati fue nombrado primer ministro en 2011, algo que logró gracias al apoyo del grupo chií Hizbulá, Hariri se opuso fuertemente y hubo incluso altercados violentos por parte de sus partidarios en protesta por el poder que daría la decisión al movimiento armado.

Desde el bando chií, Mikati recibió ayer el respaldo del bloque parlamentario Desarrollo y Liberación, liderado por el partido Amal del presidente del Parlamento, Nabih Berri; y también el del brazo político de Hizbulá en el Hemiciclo, Lealtad a la Resistencia. Sin embargo, como se esperaba, el poderoso partido cristiano Movimiento Patriótico Libre fundado por Aoun no apoyó su candidatura y optó por no nombrar a nadie ante las previsiones de que Mikati cosechase los votos.

La crisis económica que se desató en el Líbano a finales de 2019 se ha agravado en las últimas semanas causando una fuerte escasez de productos básicos como medicinas y combustible, y provocando constantes apagones.