Bruselas - La Unión Europea entra en la recta final de un año con grandes cambios y con numerosos retos pendientes para su nueva cúpula dirigente. Aunque el Brexit será de nuevo el fenómeno que acapare la atención de las instituciones europeas, Bruselas y el resto de capitales tendrán que aunar esfuerzos para concretar el futuro presupuesto del bloque comunitario, redefinir su relación con un Estados Unidos en periodo electoral y presentar su Green Deal al mundo.

La vorágine de los últimos días del año marcará el inicio del 2020 en las instituciones europeas. Finlandia, tras una poco fructuosa Presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea, dará el relevo en el cargo a Croacia, el miembro más joven en el bloque comunitario. Aunque las miradas no estarán situadas sobre Zagreb, sino en Madrid. El conjunto del bloque comunitario permanece atento a los últimos acontecimientos en torno a la formación de Gobierno y las negociaciones del PSOE y ERC.

Enero viene ajetreado no solo para España. El día 12 está prevista la dimisión del primer ministro de Malta, Joseph Muscat, por los vínculos de su círculo más cercano en el Gobierno con el asesinato de la periodista de investigación Daphne Caruana Galizia. Y por si fuera poco, el primer mes del año concluirá con un acontecimiento ya postergado hasta en tres ocasiones y que ha capitalizado la mayor parte de la energía política de la capital comunitaria durante los últimos tres años. El 31 de enero de 2020 es la fecha en la que, si nada lo impide, el Reino Unido abandonará de manera definitiva el bloque comunitario. Un evento que, por doloroso que pueda parecer, es ampliamente deseado por los líderes a uno y otro lado del Canal de la Mancha y que abrirá un nuevo y tortuoso periodo: el de negociación de la relación futura entre la UE y su exsocio, que deberá culminarse antes de que finalice el año.

También en enero, el Parlamento Europeo y la Comisión iniciarán la anunciada Conferencia sobre el Futuro de Europa, en la que se debatirá una nueva estrategia común para los Veintisiete. Febrero o marzo será el momento en el que los Veintisiete tengan que acometer otra importante decisión, concretar el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 (MFP), el presupuesto para los próximos siete años de la Unión. Una negociación que se prevé complicada por las enormes diferencias de criterio entre los Estados miembro, que mantienen una dura batalla entre los Cinco Austeros -Alemania, Austria, Suecia, Países Bajos y Dinamarca- y los denominados Amigos de la Cohesión entre los que se incluye el Estado español y los países partidarios de mantener bien financiadas partidas tradicionales como la PAC o los propios Fondos de Cohesión.

En el mismo lapso de tiempo comenzará a verbalizarse el plan más ambicioso de la Comisión Von der Leyen, que además requerirá de un buen pellizco de ese MFP, el Green Deal o Pacto Verde. Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión, y su jefa presentarán en marzo la primera Ley Climática Europea que sentará las bases de la nueva estrategia europea para la transición ecológica con la vista fija en 2050, cuando la UE espera convertirse en el primer continente neutro en emisiones de carbono, siempre y cuando Polonia lo apruebe.

El relevo de Croacia, el recién llegado, lo asumirá el 1 de julio Alemania, veterano y motor del bloque comunitario. La Presidencia será uno de los últimos grandes momentos de Angela Merkel al frente del Gobierno en Berlín antes de abandonar la jefatura del Ejecutivo y de su formación política en 2021, poniendo fin a 16 años de liderazgo en la política nacional y europea.

Aunque el que previsiblemente será otro de los asuntos del verano serán las elecciones presidenciales de Polonia. Con una relación cada día más tensa entre Varsovia y Bruselas, Ley y Justicia (PiS).

periodo electoral La segunda mitad del año estará marcada por la dinámica electoral. Pero la fecha en que no solo el continente sino todo el mundo contendrá el aliento será el martes 3 de noviembre. Será entonces cuando se celebren las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Aún restan once meses para los comicios y son múltiples los interrogantes, ¿logrará Trump superar el impeachment y postularse de nuevo al cargo? ¿Quién será el elegido de los demócratas para enfrentarse al magnate? De lo que no cabe duda es de que estas elecciones se convertirán en un punto de inflexión en la relación entre EE.UU. y la UE, que actualmente atraviesa uno de sus peores momentos en las últimas décadas.

El recién elegido líder estadounidense deberá enfrentarse poco después a su primera gran cumbre apenas semanas después, durante la COP26, la Conferencia por el Cambio Climático de las Naciones Unidas que se celebrará en Glasgow a comienzos de diciembre. Mientras Europa sigue a la cabeza en lucha contra el cambio climático, Washington se ha convertido en todo un elemento disruptor de la causa por el clima y quien domine la Casa Blanca tendrá en su mano revertir esta situación.

El 31 de diciembre tendrá lugar la desconexión defintiva entre Londres y Bruselas al dar por finalizado el periodo de transición. Un momento clave que puede abrir paso a un periodo de prosperidad basado en una buena relación o, una vez más, abrir un periodo de incertidumbre y caos si se produce un Brexit sin acuerdo. Todo dependerá de cómo evolucionen las negociaciones en los próximos doce meses con un calendario apasionante para la Unión Europea y en el que habrá que reservar espacio para las novedades que vengan desde Italia, con un Gobierno cada vez más debilitado y un Salvini cada vez más confiado, o desde el Este del continente, donde Orban lidera una revisión iliberal del proyecto europeo.