BRUSELAS. Los acontecimientos se suceden en Venezuela con un desenlace incierto. Tras el inicio el martes de lo que unos consideran un Golpe de Estados y otros el arranque de la Operación Libertad, la UE, fiel a su estilo cauto y de no intervención exterior, ha llamado a la calma y no ha tomado partido. El bloque comunitario seguirá manteniendo, previsiblemente, la equidistancia hasta que no exista un desenlace más claro y su prioridad es evitar un derramamiento de sangre. Golpe de Estado para unos. Operación Libertad para otros. Pero lo cierto es que a primera hora de la mañana del martes venezolana, el impasse en la crisis política que Venezuela vive desde hace cerca de dos años se rompió. La UE, fiel a su estilo cauto y de no intervención exterior, ha llamado a la calma. “La UE sigue de cerca los últimos acontecimientos en Venezuela. Reiteramos que solo puede existir un camino político, pacífico y democrático a la multicrisis que atraviesa el país. La Unión rechaza cualquier forma de violencia y llama a la contención para evitar la pérdida de vidas y la escalada de tensión”, señalaba el mismo martes un comunicado de Federica Mogherini, Alta Representante de Exteriores de la UE.

Horas antes, Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo, rompía el consenso europeo con un tuit que levantó las críticas de varios eurodiputados de izquierda. “Hoy marca un momento histórico para el regreso a la democracia y la libertad en Venezuela, que el Parlamento Europeo siempre ha apoyado. La liberación del Premio Sajarov por militares a la orden de la Constitución es una gran noticia. ¡Vamos Venezuela libre!”, señaló. “Aún soy eurodiputada. No En Mi Nombre, Sr. Tajani, ni en el de tantas otras. Ningún golpe de Estado es justificable, bajo ningún concepto. Es vergonzoso que desde su cargo apoye un levantamiento militar, es indignante. Y le retrata”, le contestaba Lola Sánchez Caldentey, de Izquierda Unitaria. Entretanto, los acontecimientos siguen su marcha en medio de la incertidumbre en el país iberoamericano. El hecho de que el tiempo pase sin deserciones militares de gran escala y con la calle desinflándose juega a favor de Maduro.

La UE, en la que sus Estados miembros reconocen a Guaidó como presidente interino a excepción de Chipre, Grecia, Italia y Eslovaquia, seguirá manteniendo, previsiblemente, la equidistancia hasta que no exista un desenlace más claro de los acontecimientos. La prioridad del bloque comunitario pasa por evitar un baño de sangre. - Efe