Bruselas - El Parlamento británico respaldó anoche una enmienda dirigida a forzar el próximo miércoles una votación en la que los diputados evaluarán planes del Brexit alternativos al acuerdo que defiende la primera ministra, la conservadora Theresa May. Por 329 votos a favor y 302 en contra, la Cámara de los Comunes aprobó una cláusula que aumenta el control parlamentario sobre el proceso de salida de la Unión Europea (UE), aunque la votación de mañana miércoles no será vinculante para el Gobierno.

La lista de los posibles planes alternativos, que aún no esta decidida, incluirá previsiblemente vías como abandonar la UE sin acuerdo, un segundo referéndum, negociar una relación más cercana con el mercado único, o bien suspender la ruptura. Durante el debate de ayer tarde, la primera ministra rehusó comprometerse a cumplir con el resultado de esa votación y aseguró que no otorgará al Parlamento un “cheque en blanco” para decidir la hoja de ruta del Brexit.

prerrogativa La enmienda aprobada ayer permite que los diputados convoquen el voto en los Comunes, una prerrogativa reservada habitualmente al Gobierno, un movimiento que para la primera ministra perturba el “equilibrio de las instituciones democráticas” del Reino Unido.

Todavía no se ha determinado si los parlamentarios se pronunciarán sobre cada una de las posibles propuestas o si se diseñará un sistema en el que elijan diversos planes por orden de preferencia.

La primera ministra ha descartado por ahora llevar al Parlamento por tercera vez el acuerdo del Brexit que pactó en noviembre con Bruselas, al admitir que no cuenta con los apoyos necesarios para ratificarlo.

Aún así, mantiene la intención de que se vote esta semana por tercera vez, después de haber sido rechazado por amplia mayoría en dos ocasiones, el 15 de enero y el 12 de marzo.

La Unión Europea ha establecido el próximo 12 de abril como la fecha límite para que el Parlamento británico apruebe el texto.

Si para entonces no se ha ratificado el tratado de salida, el Reino Unido abandonará el bloque comunitario de forma no negociada o se verá obligado a pedir una nueva prórroga, lo que le llevaría a participar en las elecciones comunitarias de mayo. La primera ministra se refirió ayer a ese posible escenario como un Brexit lento”. May descartó también que vaya a permitir una salida abrupta de la UE a no ser que el Parlamento, que ya descartó esa opción este mes, cambie de idea y apuesta por esa vía

asedio De estaforma, Theresa May, primera ministra británica, encara una nueva semana en el Brexit cerca de su desahucio político y asediada desde el lado de los remainers y de su propio partido político, que siguen siendo su pesadilla. Todo ello tras un sábado en el que cerca de un millón de personas salieron a la calle en Londres para pedir que el Artículo 50 sea revocado. Poca es la certidumbre en torno al Brexit. A tres días de la fecha establecida para la salida del Reino Unido de la Unión Europea todos los escenarios siguen abiertos: un Brexit blando, una salida sin acuerdo, una prórroga larga que implique la participación de Londres en las elecciones europeas y hasta una retirada del Brexit.

Lo que sí se sabe es que la isla no abandonará el bloque comunitario el próximo 29 de marzo. Tras meses de idas y venidas, de votaciones frustradas y de negociaciones con Bruselas desmanteladas en el Parlamento británico, cada vez son más las voces que piden la celebración de un segundo referéndum y la mayor implicación de la ciudadanía en una decisión crucial para el presente y futuro del país.

Este fin de semana, cientos de miles de personas -un millón según los organizadores- recorrieron las calles londinenses para pedir un segundo referéndum sobre el Brexit. Era, según cuentan los testigos, una de las marchas más importantes de los últimos años en el país que asemejaban la afluencia a las protestas del No a la guerra en los albores de la invasión de Irak en 2003.

‘se acabó el tiempo Theresa’ Todo ello ocurre mientras algunas de las voces que más la han apoyado la dejan de lado por necesidades del guión. The Sun, el periódico sensacionalista más leído del Reino Unido y un ferviente apoyo de May, publicaba una brutal portada ayer lunes con el titular Time’s up, Theresa (Se acabó el tiempo, Theresa). El tabloide afirma apesadumbrado que la única opción de avanzar en el Brexit es que May ponga día y hora a su salida. Theresa May admitió ayer que todavía no cuenta con suficientes apoyos en la Cámara de los Comunes para que sea aprobado su acuerdo, rechazado ya en dos ocasiones.

Por este motivo, la líder conservadora no prevé de momento someter el texto a votación parlamentaria por tercera vez, después de que ya fuera descartado con contundencia el 15 de enero y el 12 de marzo.

La primera ministra adelantó que esta semana la cámara deberá votar una modificación en la ley británica de retirada de la UE para autorizar esa prórroga.