La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha dirigido a Netflix para trasladarle las quejas recibidas de los ciudadanos por su nueva política de cuentas compartidas y le ha solicitado que reconsidere esta estrategia porque "no tiene en cuenta la variedad de los modelos actuales de familias".

Netflix anunció el pasado mes de febrero que iba a acabar con las cuentas compartidas entre distintos hogares en el Estado y que los suscriptores deberían establecer la ubicación principal de su cuenta a través de la conexión del dispositivo o la aplicación a una dirección IP.

Segunda residencia y viajes habituales

Los usuarios que tuvieran una segunda residencia o que viajaran con frecuencia a la misma ubicación, además, deberían abrir la aplicación en sus dispositivos móviles mientras están conectados a la red wifi de su ubicación principal una vez al mes y, a continuación, cuando llegaran a la segunda ubicación.

Para la OCU, esta propuesta choca con la forma en que funcionan los hogares en la actualidad porque entienden que lo de la familia clásica, viviendo en una misma casa y todos los días de la semana, ya no es una realidad tan habitual.

Las familias han cambiado

Y para ello pone dos ejemplos, el de una familia de cuatro, con dos estudiantes que se quedan en otra ciudad. Cada vez que éstos quieran conectarse a la cuenta familiar de Netflix, cada uno desde la residencia diferente y cada uno en un momento diferente del día o de la noche, al menos uno de los padres tendrá que confirmar el acceso desde su móvil.

O por empleo en el caso de una persona que está de viaje por un largo tiempo y lleva un dispositivo que rara vez se usa en su hogar. Tendrá que pedir al titular de la cuenta principal que verifique el dispositivo, luego éste recibirá un código, que dará al 'viajero' en cuestión y éste podría acceder a Netflix por un periodo de siete días.

Pero, después de estos siete días, ¿sería necesario repetir el proceso una y otra vez?, se pregunta.

Perjuicio

OCU considera que la carga administrativa creada para los suscriptores supera el daño que la compañía afirma estar abordando y, por lo tanto, "debe considerarse desproporcionado".

Además, cree que la nueva estrategia impacta en la privacidad y seguridad de los consumidores que quieren navegar "sin ser monitorizados por los proveedores de internet, las empresas de publicidad y los proveedores de servicios".