Mantener una higiene adecuada es imprescindible, pero no solo corporal, si no también del hogar, y mucho más aún en la cocina. ¿Cuántas veces no se te ha pasado lavarte las manos? ¿O simplemente cambiar el trapo con el que además te secas? Son pequeños detalles que en múltiples ocasiones pasamos por alto y no les damos la importancia que se merecen. Las prisas, los malos hábitos o simplemente por puro desconocimiento hace que no se lleve una correcta higiene en la cocina a la hora de manipular alimentos. Seguir unas pautas de seguridad alimentaria es importante para prevenir toxiinfeciones; es decir, aquellas enfermedades que se producen por la ingesta de productos que contienen gérmenes

No es complicado seguir unas normas básicas de higiene. Lo importante es introducirlas como parte de una rutina para que después se convierta en un hábito común. Interiorizar que hay que mantener una correcta limpieza en todas las etapas; es decir, antes, durante y después del cocinado. Los gérmenes son invisibles ante nuestros ojos. Manipular un alimento sin antes haber lavado los cuchillos o incluso la propia tabla para cortar puede convertirse en un nido de bacterias que después pueden provocarnos graves enfermedades. Pero esto no solo sucede en la cocina. La gran mayoría de alimentos pasan por controles exhaustivos de calidad. Y no todo se deriva de una mala higiene, si no también por una inadecuada temperatura de conservación, una cocción insuficiente o incluso por la contaminación cruzada; esto es, cuando un alimento crudo y otro cocinado no se separan adecuadamente, y los crudos terminan contaminando a los cocinados. Por ello, es importante que, además de una adecuada limpieza en nuestro hogar, previamente, los productos estén en perfecto estado para evitar su contaminación y graves problemas de salud para quien los ingiera, ya sean niños o adultos. 

Consejos de limpieza

Aunque es un aspecto evidente, antes de ponerse a manipular cualquier alimento es imprescindible recordar que hay que lavarse las manos con jabón y agua tibia al menos durante 20 segundos. Esta acción hay que realizarla de manera continúa, al tener contacto con cualquier material sucio. Lo mismo hay que hacer con las superficies y los utensilios utilizados, ya que estos deben lavarse a fondo al trocear carnes, frutas o cualquier otro alimento crudo. Otro consejo importante, y que a veces con las prisas no lo tenemos en cuenta, es que tanto las frutas como las hortalizas se deben desinfectar con agua y unas gotas de lejía (apta para desinfección de bebida) durante al menos diez minutos. También puede hacerse con vinagre. Por otro lado, los trapos de cocina se manchan con mucha facilidad y acumulan humedad, así que recomendamos el uso de servilletas desechables para mantener una correcta higiene en el hogar. De esta manera, evitaremos que los alimentos se contaminen.

Los expertos recomiendan limpiar bien la tabla tras cada alimento. Pexels

Cómo evitar la contaminación cruzada

¿Qué significa la contaminación cruzada? Como bien hemos dicho en anteriores líneas, la contaminación cruzada se produce cuando un alimento crudo tiene contacto con uno cocinado. Así, los crudos terminan contaminando los cocinados. Por ello, es importante separar los alimentos de riesgo. Esto es: carnes, aves, pescados, mariscos, huevos y lácteos, del resto del carro de la compra. Si estos se van a manipular en una tabla de cortar, límpiala cada vez que la utilices.

Cocina siempre a la temperatura correcta

Los alimentos se cocinan con seguridad cuando alcanzan una temperatura interna tan alta que mata a las bacterias dañinas que causan graves enfermedades. Hazte con un termómetro de cocina, será tu gran aliado. Nunca hay que confiar solamente en el color y la textura de un alimento, por mucha experiencia que se tenga. Hay que tener especial cuidado al cocinar. Uno de los alimentos más delicados son los huevos, ya que si no se cocina correctamente, puede provocar una grave infección por salmonella.

Lavar concienzudamente los alimentos es otra de las claves.

Lavar concienzudamente los alimentos es otra de las claves. Pexels

Las 4 toxiinfecciones alimentarias más comunes

1. La Salmonella: la salmonelosis es una enfermedad transmitida por los alimentos y causada por bacterias del género Salmonella. La mayoría de las infecciones se contraen a través de alimentos contaminados (generalmente carne de ternera, carne de aves de corral, huevos o leche).

2. Listeriosis: las verduras, las carnes y otros alimentos pueden resultar infectados con esta bacteria si entran en contacto con suelos o estiércol contaminado. La leche cruda o los productos hechos de ella pueden portar estas bacterias.

3. Norovirus: se contrae por el consumo alimentos y líquidos contaminados, superficies u objetos contaminados o contacto directo con una persona infectada.

4. Escherichia coli: algunas de las formas en las que se puede infectar es comiendo frutas y verduras contaminadas crudas o sin lavar, beber leche sin pasteurizar, comer carne cruda o no bien cocida, beber agua infectada…