Situado en la comarca del Goierri, Gabiria es uno de los municipios más esquivos de Gipuzkoa. En lo alto de un pequeño puerto colgado sobre la localidad, se encuentra el barrio de Aztiria que nos abre las puertas hacia el sector norte de la sierra de Aizkorri. Conforman la aldea un puñado de caserías, la ermita de Santa Marina y el frontón adosado a la misma.

Pasearemos por el dilatado cordal que se extiende, de norte a sur, entre los collados de Intzunzaeta y el alto de Aztiria, con lo que diferenciamos las cuencas de los ríos Urola y Oria. A nuestro paso descubriremos un territorio camuflado entre lomas desarropadas, profundos arroyos y bosques interminables. El viento del noroeste nos traerá a la memoria el aroma añejo y oxidado del hierro que se fundía en los hornos de Aizpea, el prolongado suspiro de los fuelles y el obstinado soniquete del martillo trabajando junto a la fragua de Mirandaola.

598 m | 0 km

Barrio Aztiria, en Gabiria. Alberto Muro

Empezamos la ruta en el alto de Aztiria. En la misma aldea y a la sombra de las hayas se encuentran el bolatoki y una fuente donde podemos cargar nuestras cantimploras, si no hemos tenido la precaución de traerlas cargadas desde casa. En un árbol cercano, pintadas sobre su tronco, encontramos las indicaciones para comenzar la ascensión hacia la cumbre de Otaño.

Una puerta metálica nos cierra el acceso a la pista. Cruzamos el obstáculo por un paso lateral acondicionado con unos escalones de madera. Los primeros metros de la ascensión discurren por una pista de grava que gira a la izquierda. En la curva salimos a la derecha por un ancho camino de tierra que se adentra a la sombra de los abetos.

7 min | 0,4 km

El camino se bifurca bajo una línea de tendido eléctrico. Tomamos el sendero que, por la derecha, avanza monte arriba entre los helechales y cruza las pistas forestales que nos encontramos a nuestro paso. En la parte alta de la ladera accedemos a una pista de mayor entidad y continuamos por ella a mano derecha, entre plantaciones de pinos y abetos.

25 min | 750 m | 1,7 km

Alcanzamos el collado de Zabarain. El sendero discurre por la derecha de una cabaña situada en las inmediaciones. Avanzamos por lo alto de la loma entre repoblaciones forestales en las que crecen algunos hermosos acebos y el espino albar.

35 min | 838 m | 2,1 km

Salimos del bosque y nos topamos casi con la cumbre de Otaño. El modesto cordal de Otaño se prolonga hacia en una sucesión de pequeñas cotas de aspecto alomado que enfilan hacia las paredes de Aizkorri. Seguimos por ellas hasta el hito principal de esta excursión, la cumbre de Arripilleta.

45 min | 755 m | 2,5 km

Descendemos por la vertiente sur por un profundo sendero de tierras oscuras que se precipita monte abajo. Pisamos una pista de excelente firme junto a una vieja borda y enfilamos por la pista a mano derecha.

Unos pocos metros más abajo llegamos a una cabaña que se esconde en sus terrenos tras un potente seto. Por el linde izquierdo del terreno, pegado al cerramiento, discurre un sendero que nos permite atajar el amplio lazo que traza la pista. Enfilamos por lo alto de la loma de Kortaburu, jalonada de altas palomeras. Entre las copas de los arboles podemos ver los cotos mineros de Mutiloa y Zerain con sus inconfundibles hornos de calcinación. Se trata, sin duda, de una cita ineludible para los amantes de la arqueología industrial.

Regresamos a la pista, cruzamos un paso canadiense y rodeamos la lomada de Elurtzain.

1 h 5 min | 770 m | 3,8 km

Junto al collado de Aluztitzain, dejamos la pista y nos enfrentamos directamente a las espaldas de Arripilleta.

1 h 15 min | 862 m

En lo alto de la loma encontramos el dolmen de Oamendi y a sus pies un pequeño refugio abierto que nos puede brindar amparo en caso de necesidad.

1 h 20 m | 864 m | 4,7 km

Seguimos por la despejada loma y coronamos de inmediato la cumbre de Arripillata que está adornada con un minúsculo roquedo. El buzón dibuja la forma de un candil minero. Las vistas son excepcionales. Frente a nosotros se extienden los techos de Gipuzkoa, los gigantes de Aizkorri, Aketegi y Atxuri. La cresta se prolonga hacia la derecha por las cumbres de Aloña. Entre ambas sierras se dibuja el perfil del collado de Andreaitz, el paso natural hacia Arantzazu. A nuestra izquierda se ubica el Goierri guipuzcoano y en lo alto despunta el macizo de Aralar, donde se dibuja la silueta inconfundible del Txindoki.

Regresamos a Aztiria por la misma ruta. Podemos rodear la cumbre de Otaño por la pista que comunica con el collado de Zabarain.

Otaño y Arripillata desde el alto de Aztiria

Otaño y Arripillata desde el alto de Aztiria ©SUA EDIZIOAK

Guía práctica

Distancia: 9,5 km para ida y vuelta.

Duración: 2 h 30 min para ida y vuelta.

Desnivel: 400 m.

Dificultad: Fácil. Hay agua en la aldea de Aztiria.

Cartografía: Aizkorri. Cuadernos Pirenaicos. Editorial Sua. 1:25.000 - 1:50.000

Cómo llegar: Partimos desde el alto de Aztiria. Desde Donostia salimos en dirección Gasteiz por la carretera N-1 hasta la salida de Idiazabal y Segura. Rodeamos Segura y vamos por la carretera que lleva a Zerain. Entonces seguimos las indicaciones hacia Aztiria, a donde llegamos tras subir el pequeño puerto que nos separa de Legazpi.

Rutas por Euskal herria

Paseos del libro ‘Rutas singulares con hamaiketako’ de Alberto Muro.