Una equivocación en una letra puede hacer que un plato combinado lleve lechuga en vez de pechuga. O que un tren te lleve a Palencia en lugar de a Valencia, como le ha sucedido a una anciana en Madrid, que quería viajar al Mediterráneo y se encontró de repente al norte de Castilla y León.

No se sabe si se equivocó al comprar el billete o si le entendieron mal cuando lo pidió, pero es el riesgo que se corre en una gran estación como la de Chamartín cuando hay trenes que llevan a las dos ciudades. La señora no comprobó el billete y se sentó esperando llegar en unas pocas horas a la orilla del mar. Y no debió de estar muy atenta a las paradas anteriores, o no dominaba demasiado la geografía, porque ese tren iba en dirección a Santander.

Lo ha relatado la mujer de un pasajero que coincidió con ella en el Alvia. Maribel Madriguera ha querido compartir la historia en su cuenta de Facebook para agradecer el trato que el personal de Renfe dispensó a la anciana. “Al pasar por Palencia una señora mayor se puso a gritar y a llorar... ‘¡Yo quería ir a Valencia!’. Puede parecer una broma pero no lo era, y para ella era un drama, sola como estaba, mayor y perdida en dirección contraria a su destino”.

La respuesta de Renfe

Y entonces la compañía ferroviaria se portó. “Renfe podía haberse desentendido, pero por suerte el personal del tren se comportó de 10, asistiendo a la señora como solo unos hijos harían con su madre”, añade Madriguera. Así, la tranquilizaron y le ofrecieron volver a Madrid en ese mismo tren sin ningún coste. Y le recomendaron que en lugar de bajarse en Palencia y esperar a que volviera el tren se quedara dentro (yendo primero hasta Santander, destino final de la línea) para evitar verse sola con el frío que hacía en la ciudad palentina. Además, le gestionaron y facilitaron un billete gratis para poder viajar a Valencia al día siguiente en el AVE.

Lo que no estaba en sus manos era pagarle un alojamiento en Madrid para pasar la noche, pero la ayudaron a buscar un hotel, reservarlo y llamaron a un familiar para que pagara con tarjeta. “Desde el supervisor hasta el camarero del vagón restaurante, todo el personal del convoy estuvieron atentos a la señora y la cuidaron con toda la amabilidad y el cariño del mundo”.

¡MÁXIMA DIFUSIÓN! HAY COSAS QUE TIENEN QUE CONTARSE... Porque a veces, entre los resquicios de esta sociedad...

Posted by Maribel Madriguera de Llanes on Monday, January 9, 2023

El marido de Maribel se bajó del tren en Torrelavega (Cantabria), con lo que no supo más de la señora, tanto él como su mujer, cuando se lo contó, estaban seguros de que el viaje acabó bien. “Me emocionó conocer esta historia que me hace volver a confiar en el ser humano, y solo desearía que si alguna vez yo, o alguno de los míos, nos encontramos en una situación similar, estemos cerca de personas tan buenas y de profesionales tan competentes como las de ese tren. Gracias en nombre de esa desconocida. Ojalá este post pueda llegar a esos trabajadores que tan bien lo hicieron y que, como mínimo, merecen este reconocimiento”, finalizó.