Todos los grupos del Parlamento Vasco (PNV, EH Bildu, PSE, Elkarrekin Podemos-IU y PP+C’s), así como la única representante de Vox en la Cámara, guardaron ayer jueves un minuto de silencio en memoria de Santiago Brouard, el diputado de HB asesinado por los GAL el 20 de noviembre de 1984.

El homenaje se celebró antes del inicio del pleno ordinario y responde a una decisión adoptada en 2014 por el Parlamento de Gasteiz, que acordó celebrar actos en recuerdo de los cuatro parlamentarios vascos asesinados en atentados terroristas: los socialistas Fernando Buesa y Enrique Casas, el popular Gregorio Ordóñez, y el propio Brouard, dirigente de HB. Este último fue asesinado por los GAL el 20 de noviembre de 1984, cuando se encontraba en su consulta de pediatría en Bilbao. El asesinato de Enrique Casas se produjo el 23 de febrero de 1984, en un atentado de los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Gregorio Ordóñez murió a manos de ETA el 23 de enero 1995. Esta banda también acabó con la vida de Fernando Buesa en un atentado cometido el 22 de febrero de 2000.

Estos homenajes se celebran en los plenos más cercanos a la fecha de cada asesinato. Además del minuto de silencio que guardaron los parlamentarios al inicio del pleno, la Cámara vasca instaló un pebetero y una fotografía de Santiago Brouard junto a la escultura en memoria a las víctimas del terrorismo que se encuentra junto a la entrada principal de la sede del Legislativo.

En mayo de 1993, una sentencia ratificada por el Tribunal Supremo condenó a 33 años de cárcel a Rafael López Ocaña por ser uno de los autores materiales del asesinato, y a ocho años a Juan José Rodríguez Díaz, alias El Francés, por tenencia ilícta de armas al establecerse probado que las suministró. Sin embargo, López Ocaña solo cumplió doce años de prisión. Una nueva sentencia en junio de 2003 absolvió del asesinato a José Amedo, Rafael Masa –por aquel entonces comandante de la Guardia Civil– y Luis Morcillo –que pagó a López Ocaña tres millones de pesetas por el asesinato– por falta de pruebas.​ En abril de 2013, el propio Morcillo se declaraba coautor del asesinato. –