Las nuevas temporadas siempre crean grandes expectativas. Esa ilusión por ver algo diferente. El deseo de los que no triunfaron el curso pasado y el temor de las traineras que coparon la parte alta de la liga. En el estreno vivido ayer en la contrarreloj de Bilbao hubo mezcla de ambas sensaciones. Lo clásico se mantuvo con Orio, Hondarribia, Donostiarra y Zierbena copando los puestos de la tanda de honor, algo que no sería descabellado la temporada pasada. Pero también se vivió algo que no ocurrió entonces. Orio se hizo con la bandera. Un año sin ganar es demasiado para los oriotarras y a la primera le pusieron remedio. Los entrenados por Jon Salsamendi se quitaron la espina tras derrotar en un duelo que tuvo de todo ante Donostiarra. El tercer lugar fue para los hondarribitarras y los galipos, que brillaron en la segunda tanda, finalmente se tuvieron que conformar con el cuarto puesto.

Otra de las variaciones con respecto al curso pasado fue el lugar de Santurtzi. Un cambio esperado y que no tardó en confirmarse. Los santurtziarras, después de sufrir muchas bajas este invierno, arrancaron su defensa del título con una cuadrilla totalmente renovada y no fueron capaces de plantar batalla. Sin embargo, no todo fueron malas noticias para la Sotera. Supo defenderse en la tanda de honor y aprovechar a la perfección el escenario en el que le tocó bogar para acabar en sexto lugar y sumar una buena cantidad de puntos para arrancar la temporada. No fue el único vencedor entre los equipos llamados a evitar los puestos de abajo. Kaiku y Getaria, recién ascendidos, realizaron una gran regata y acabaron séptimo y noveno, respectivamente. Esto provocó que Ondarroa, décimo, y Lekittarra, último, no iniciaran el curso de la manera deseada.

En esa búsqueda de forzar cambios con respecto al curso pasado estaba metido de lleno Urdaibai. Los bermeotarras se presentaron en Bilbao con una tripulación completamente renovada y con los focos apuntando directamente a ellos después de ser uno de los protagonistas del verano. Favoritos en muchas quinielas, esos pronósticos no se cumplieron y quedó claro que en la ACT pasar de la media tabla a dominar las banderas en un solo día es muy complicado. Los bermeotarras salieron en la segunda tanda y marcaron los mejores tiempos ciaboga a ciaboga. Sin embargo, su primer rival no tardó en salir. Zierbena voló en la ría bilbaina y fue batiendo los tiempos de la Bou Bizkaia uno tras otro. Los galipos fueron de menos a más en la regata y en el tercer largo metieron una marcha más. La ventaja creció con respecto a los entrenados por Iker Zabala y cruzaron la meta con el mejor tiempo, a la espera de la actuación de los cuatro botes de la tanda de honor.

En la última manga, las condiciones cambiaron y los últimos botes en salir supieron interpretar a la perfección la situación. Donostiarra y Orio sorprendieron a todos con su altísimo rendimiento y abrieron una brecha importante con todos sus perseguidores. La bandera era cosa de dos y Hondarribia luchaba por mejorar el tercer tiempo de Zierbena. La Torrekua fue superior en la primera parte de la regata y se ganó el lujo de soñar con la bandera, pero antes de afrontar el tercer largo sucedió la maniobra que lo cambió todo. En la ciaboga, los donostiarras se quedaron enganchados con la baliza y la arrastraron durante varios metros. Eso les provocó una importante pérdida de tiempo y además permitió que el largo de Orio quedara recortado ligeramente.

Después de ese incidente, Orio cogió la proa de la regata y la supo defender ante los ataques de Donostiarra. Los remeros de la Torrekua encontraron la remada rápidamente y cogieron ese ritmo de crucero que tan buenos resultados les había dado hasta la fatídica maniobra. Lo intentaron hasta el final, Orio no dejó escapar la primera bandera del curso. l