DE un tiempo a esta parte, tanto Idoia Mendía como su sucesor en la secretaría general del PSE, Eneko Andueza, se han mostrado reacios y proactivos contra el sentimiento de identidad vasco, sin que parezca importarles contravenir incluso los pactos de legislatura con el PNV, ni compromisos constitucional y estatutariamente adquiridos sobre materias aún pendientes de transferir.

Mi consternación silenciosa ante tan impertinente comportamiento me llevó a repasar las reflexiones de Mitxel Unzueta en DEIA (año 2012), en el que remarcaba también cómo durante el mandato del lehendakari López, este no había gestionado una sola transferencia pendiente y las conseguidas lo fueron por la gestión del PNV. En cuanto al modelo territorial, para Unzueta, el federalismo de la declaración de Santillana (dictada por el Comité Federal del PSOE el 30 de agosto de 2003) estaba llamado a ser un nuevo envoltorio del “café para todos”. También, a tenerle en cuenta que Mientras los partidos “nacionales” sigan empeñados en “españolizar” Euskal Herria, el PNV estará solo y la inseguridad jurídica y política será una realidad. Su verdadero apoyo, lo encontrará en la opinión pública informada.

Esta es, por tanto, mi modesta aportación al ofrecer a la opinión pública vasca y no vasca, conocer algunos entresijos de la gestión institucional y popular de la piedra angular de los derechos históricos vascos actualizados: el concierto económico y el cupo vasco.

Mitxel Unzueta, abogado y exsenador del PNV, firmaba así un artículo de opinión muy memorable titulado La soledad del PNV (DEI, 13-12-2012, p2). Corresponde a un tiempo en el que la alianza del PSE con Bildu era una posibilidad que ya revoloteaba en la política vasca. Entonces, como ahora, la política aquí y en Madrid se presentaba muy escurridiza y la posición política del PNV, era muy singular “al margen del debate estéril de si es de derechas o de izquierdas”. Al final, la singularidad del PNV viene dada por su origen e historia, que seguirán marcando las reglas del juego. Esta vez, con la preocupación añadida de no poder olvidar la experiencia de un PSE liderado por el lehendakari ohia, Patxi López que hizo un pacto político con Basagoiti, del PP, para ir a “pactos de transversalidad” sin al parecer tener otro objetivo que el de arrinconar e invisibilizar al PNV, aunque siga siendo el partido mayoritario.

¿Qué sentido de presente y a futuro tienen los derechos históricos vascos? SAF

En la transición, desde el primer momento, el PNV reclamó la restitución del Estatuto de Autonomía Vasca de 1936 que el golpe militar franquista contra la República había intentado erradicar. El grupo de la derecha que ha cristalizado en el PP, (y sigue sin reconocer que aquello estuvo mal), no aceptó el reconocimiento de la Autonomía en la Constitución, votó en contra del Estatuto y ha impulsado todas las oportunidades para torpedear la Autonomía vasca, remarca Mitxel en su artículo. Reconoce que el PSOE apoyó el Estatuto Vasco de Autonomía, pero también apoyó la Loapa y después cientos de acciones destinadas a torpedear el desarrollo estatutario.

El exsenador de Bizkaia, ya había testimoniado a Angel Font, en 2009, y así lo ha atestiguado J. M. Gorordo en su aportación al nº 18/2021 de Iura Vasconiae, que los poderes ya no están en las Instituciones, sino en las ejecutivas de los partidos, que a menudo se rigen por organismos autoritarios. Este contexto favorece comportamientos de escasa calidad democrática, como cuando el PP y el PSOE, arrogándose el papel de únicos custodios de la Constitución, pactan acuerdos que inciden directamente en la gestión de aquella, degradando el papel de las Cámaras…

Asomarnos a lo que es el concierto económico y el cupo vasco, nos hará más conscientes y esperanzados por su valor positivo para Euskadi, el Estado español y la Unión Europea.

El Concierto económico y el cupo

Una vez aprobado y refrendado el Estatuto de Autonomía del País Vasco, el lehendakari Carlos Garaikoetxea configuró su primer gobierno (1980-84) y nombró a Pedro Luis Uriarte Santamaría consejero de Economía y Hacienda y presidente de la Comisión Vasca Negociadora del Concierto Económico de 1980. El arduo trabajo de la Comisión permitió la recuperación del Concierto Económico para Bizkaia y Gipuzkoa, y la actualización del de Araba, consiguiendo cerrar un pacto con el Estado, para el 29 de diciembre de 1980.

La Ley del Concierto Económico de 28 de febrero 1878, se había impuesto para dinamizar un territorio, ocupado por miles de soldados, que la Monarquía liberal no sabía cómo gestionar tras la abolición del régimen foral del 21 de julio de 1876. La Ley del concierto económico de 1981, se aprobó al amparo de la disposición adicional primera de la Constitución de 1978, fortalecido por la Ley Orgánica aprobatoria del Estatuto de Autonomía Vasco, recogido en su art. 41 y el refrendo mayoritario del pueblo vasco.

De cara al futuro, con las negociaciones y cálculos de 2002, el acta de aprobación del concierto de 1981-2002, como novedad, incluye una clausula de duración indefinida y queda constituido como elemento nuclear de la autonomía vasca por su valor histórico, político, económico, fiscal, cultural, sólido punto de apoyo para levantar la vida cotidiana en el País Vasco. A pesar de los asesinatos y atentados que hacían presagiar en aquellos años cualquier posible involución. También aportó estabilidad.

Con una visión personal muy erudita, trabajada durante dos años con el objetivo de ofrecer una obra divulgativa sobre el Concierto económico y el Cupo vasco, Pedro Luis Uriarte editó uno de sus tres libros sobre la materia, en el año 2015, El Concierto Económico Vasco, una visión personal en formato digital y accesible en la web www.elconciertoeconomico.com. Se trata de un material sencillo de leer, que pretende enseñar, convencer, sensibilizar, difundir y comprometer en la defensa del Concierto Económico a la ciudadanía vasca y a quienes se acerquen a este régimen singular de relación con el Estado con la mente abierta y espíritu constructivo.

El Concierto no es algo “político” que únicamente incumbe a las instituciones y a los partidos, sino algo mucho más personal, consciente y solidario, ya que “de su gestión depende la cantidad, condición y nivel de los servicios públicos que recibe la sociedad vasca y, muy en especial, las personas más débiles, más desfavorecidas y más jóvenes de la misma”. Hay que insistir, el cupo vasco viene permitiendo afrontar el gasto público: Educación, Servicios Sociales, Cultura, Carreteras, Comercio, Euskera... Es fuente, en definitiva, de bienestar social para toda la ciudadanía vasca. Con independencia de su ideología, y de su situación formal.

El Concierto Económico y el cupo vasco es un modelo de gestión tributaria y financiera único en el mundo que junto con Nafarroa, tienen reconocida capacidad propia para marcar con autonomía normativa tipos impositivos diferentes que el Estado. (Tribunal Europeo Internacional de Justicia de Luxemburgo, en el litigio del impuesto de sociedades). No es un paraíso fiscal, ni un privilegio.

La prosperidad de Euskadi depende del trabajo de sus habitantes, sus empresas, sus instituciones para pagando los impuestos, mantener, establecer y regular el régimen tributario y financiero del País Vasco y el Estado español.

Comprender la legítima validación de los derechos históricos vascos, del Estatuto de Autonomía de Gernika, y el Concierto Económico y Cupo vasco, nos podría ayudar a conseguir un mejor sistema de encaje de las nacionalidades y regiones con el Estado español y de las naciones y regiones con la Unión Europea. Todas las partes saldrían ganando.

Licenciada en Derecho, directora del IVAP 1985-88