STAMOS viviendo una época de cambio profundo y acelerado. Como recientemente se decía en el Fórum Europa, "estamos viviendo un cambio de era". En la nueva era que está comenzando, las crisis y la incertidumbre ante las mismas es la principal característica, los sociólogos hablan de la "sociedad líquida". La guerra de Ucrania, la pandemia, el cambio climático, la crisis económica... todo ello hace que nos tengamos que acostumbrar a la incertidumbre. En sociología se habla más bien de conflicto de intereses que de crisis, conflictos de intereses económicos, intereses territoriales, intereses de diferentes grupos sociales, grupos de influencia y de poder. Así, reflexionando sobre el acuerdo entre China y Rusia firmado pocas semanas antes de la invasión en Ucrania, ya podemos llegar a la conclusión del error histórico de Putin, manipulado posiblemente por el partido comunista chino. Aunque con una extensión mucho mayor, Rusia tiene la décima parte de habitantes de los que tiene China y económicamente una posición muy inferior al poder Chino. En el acuerdo se habla de un nuevo orden mundial que China quiere establecer por su potencia económica, y sobre todo demográfica, y trata de justificar su totalitarismo diciendo que se ha de aceptar que existen distintos tipos de democracia. El acuerdo critica la OTAN y habla del interés en asegurar sus países vecinos ante la misma. De alguna manera, en este acuerdo, se ponían las bases para justificar la "operación militar" de Rusia en Ucrania, pocas semanas más tarde. Pero China se puso de perfil, en la ONU, ante la catástrofe de Ucrania. Estas cuestiones geopolíticas son también clave en el cambio de era que vivimos. Sorprende que absolutamente nadie haya sugerido que el posible "problema" de Rusia con Ucrania se podía haber resuelto dando voz y voto a sus ciudadanos ruso parlantes y de otras nacionalidades, como debería resolverse en Palestina, en el Sáhara o en el Kurdistan, por ejemplo. De esta guerra deben surgir unas nuevas Naciones Unidas sin derecho a veto en el cambio de era que se pronostica.

Las historias de la democracia liberal y la social democracia, en Europa, nos muestran la importancia para mantener la democracia, del análisis profundo de los distintos puntos de vista de los grupos de interés, y la necesidad de lucha social constante para conseguir los objetivos del estado democrático de bienestar social.

En estas situaciones es fundamental el organizar estrategias que tengan en mente estos cambios, estrategias que sean sostenibles en el tiempo, combativas ante el cambio climático, ecológicas incluyendo el ecosistema humano, no solamente el físico.

Todas estas características están incluidas en el proyecto del Guggenheim en Urdaibai. Como dice el documento de inicial estratégico para la Modificación no sustancial del PTP del AF Gernika-Markina para la ampliación del Museo Guggenheim en Gernika y Murueta: "La ampliación del Guggenheim supone el desarrollo de un proyecto marcadamente sostenible en su diseño y en sus procedimientos, que busque alcanzar altos niveles de excelencia que supongan un nuevo paradigma cultural, y donde el arte se convierta en generador de valores conectados con la naturaleza y la conciencia medioambiental. Se considera la cultura como impulsora del cambio del modelo socioeconómico. El proyecto da cumplimiento al Programa Hombre & Biosfera de la UNESCO".

Pensamos que no se puede posponer el proyecto de la extensión del Guggenheim en Urdaibai, claramente mejor que el anteriormente fallido, por mucha crisis económica que haya, y precisamente por ello, lo consideramos más necesario que nunca. Ello lo consideramos porque es un proyecto que va a potenciar el cuidado de nuestra cultura y de nuestro ecosistema, es un proyecto estratégico clave para el todo el país, y no solamente para Urdaibai.

La moral y el ánimo son esenciales para superar cualquier situación deprimente o crítica, se necesita tener una visión de futuro clara para poder superar adecuadamente las crisis que estamos viviendo. Tal vez hemos estado pensando que vivíamos en una situación de bienestar social que iba a perdurar durante largo tiempo. Hemos comprobado que no es así. Aún y todo nos podemos considerar privilegiados en nuestro país. Está claro qué la democracia liberal y sobre todo mantenida con conciencia de nación no imperial, pero si cohesiva, es el sistema social que mejores frutos está presentando.

Para la comarca de Urdaibai es vital el proyecto de la extensión del Guggenheim, como repetidamente se ha comentado. Fue muy esperanzador que en el programa Next del Gobierno vasco, propuesto al gobierno central, se incluyera el proyecto del Guggenheim en Urdaibai, como una cuestión estratégica que cumplía con los requisitos del programa Next europeo y perseguía gran parte de sus objetivos. Tras esta noticia se publicaron gran número te artículos y comunicaciones que se sumaban a este proyecto, pero aún no se ha tomado una decisión financiera definitiva en el programa NEXT, por lo que parece.

Opinamos que sería esencial ponerlo en marcha ya, puesto que además, para el año 2026 parece que gran parte de los presupuestos del programa Next han de estar desarrollados.

Este proyecto beneficiará a todo Urdaibai, desde Bermeo hasta Gernika. l

* Médico e investigador. Firman también Sabino Arana y J. Agustin Ozamiz, de Fundación UZTAI Fundazioa