SEMANA de vuelta a la normalidad y sensación de que en siete días hay media temporada en juego. Los leones afrontan desde el sábado dos partidos claves en su futuro, uno en liga, otro en copa. Todo esto tras el parón y con la sensación de no tener muy claro cómo va a llegar el equipo. No hay tiempo para el fallo, hay que afinar bien la puntería y sobre todo no fallar en estos partidos decisivos. Los dos en San Mamés y con la afición a tope. De hecho hay tortas para conseguir entradas de cara a la cita del martes que viene. Estamos ante la posibilidad de récord de asistencia en una jornada previa a las vacaciones de Semana Santa. Valverde y sus jugadores, no todos, están ya manos a la obra y también pendientes de si los jugadores tocados se alistan, Herrera está con el grupo para estas dos finales. El partido de liga ante el Getafe es de los que no puedes fallar. En casa hay que ganar lo que queda de curso si el objetivo es estar en Europa la próxima campaña. No va a ser para nada sencillo, el equipo de Quique ha mejorado y en los últimos cinco partidos ha dejado muy claro que su sitio en la tabla no es el que estaban ocupando. El próximo sábado lo podremos comprobar en La Catedral. No son el Getafe de hace años, que era una roca, pero sí un grupo compacto con individualidades importantes y con argumentos suficientes para complicarle la vida al Athletic. No en vano, en Bilbao ya han pegado más de un susto y han arruinado tardes y noches en las que nos las prometíamos muy felices. Es el momento del despegue ganando dos partidos seguidos en liga. La victoria significaría mantener la séptima posición, que da acceso a competición europea, y está claro que ahí es donde se quiere llegar. Sobre los planes del técnico a la hora de elegir a los protagonistas, tendremos que esperar hasta el viernes y escuchar en la comparecencia de prensa a Ernesto Valverde para tener más datos. Es una decisión compleja, pese a tener tres días entre un partido y otro. Analizándolo al detalle y con el parón que se ha disfrutado, el entrenador podría exprimir a sus futbolistas más utilizados pero solo él y los preparadores saben cómo están los leones que ahora están en Lezama y habrá que esperar a ver cómo llegan los internacionales. Con los efectivos que cuenta actualmente, sería objetivo decir que pueda realizar un cambio por línea. Dejando la especulación a un lado, la semana nos irá despejando pistas y por supuesto el sábado, cuando veamos la alineación, sabremos si se optó por la liga, la Copa o las dos. Quien no pelea ya por casi nada es el Bilbao Athletic. Los cachorros volvieron a caer en un partido que duró veinte minutos. Los de Pallarés, ya no sé ni qué decir de él, pasan las jornadas con más pena que gloria y asumen que su futuro está lejos de la primera RFEF. Es una pena y me consta que la preocupación es enorme en la dirección deportiva. Ya solo hace falta tomar la decisión por traumática que parezca. El mensaje de que los jugadores son malos no cuela, hay calidad suficiente para pelear por salvarse pero los cambios han sido un auténtico fracaso. Independientemente de todo, considero muy importante acabar la campaña de la mejor manera posible. Entiendo que la autoestima de los chavales esté por los suelos, pero hay que devolverles urgentemente parte de la misma. Probablemente esta temporada haya salido todo mal pero los activos están ahí y son el último paso al primer equipo. Hay que cuidar a esos jugadores de la mejor manera y recuperarles para que en la próxima campaña vuelvan a demostrar que están ahí porque han ido superando etapas y por eso han llegado hasta el filial. Somos nosotros los primeros que tenemos que ponerlos en valor.