NUEVO año, viejos problemas. El mal vuelve a aparecer pese a que había quien lo daba por olvidado y superado. El gol lo es todo en el fútbol y si él aparece todo cambia. En las primeras jornadas, sin fijarse en el calendario y los rivales, el optimismo entró de lleno en los corazones de muchos aficionados/as que veían cómo Elche, Cádiz y Almería recibían el castigo de los leones en forma de cuatro dianas y Rayo y Valladolid, tres. Vamos, dieciocho goles repartidos en cinco rivales. Para los más optimistas el asunto estaba zanjado, arrancaba una nueva era. Si a esto le unimos el partido de Copa tras el Mundial ante el Eldense, para qué queréis más, seis de una tacada y que viva el Rock and Roll. El asunto es que tras el paso de las jornadas podemos constatar que el equipo de Valverde ha dejado de marcar hasta en seis ocasiones de los dieciséis partidos jugados en liga y cuatro de ellos además han sido en San Mamés. Salvo el Atlético, los otros tres rivales, Mallorca, Espanyol y Osasuna no son para nada equipos difícilmente batibles, máxime cuando además juegas en tu terreno y con el apoyo de los tuyos. Por cierto que hasta en lunes acuden de forma masiva a La Catedral. Desde que faltan algunos futbolistas o su papel ya no es tan preponderante, el equipo rojiblanco ha ido perdiendo ese punto en la zona de arriba que te permite ganar los partidos aunque sea con una jugada aislada. La búsqueda del killer continúa y pese a que Guruzeta ha aprovechado los ratos que tuvo, se sigue echando en falta una referencia que garantice en momentos determinados esa pausa a la hora de terminar la jugada o acertar con un último pase que ponga en buena disposición a un compañero para culminar con gol. El equipo se esfuerza, llega, compite pero no cierra los partidos pese a las oportunidades de las que dispone. Escuchas a los entrenadores en la sala de prensa y con diferente lenguaje, tono o matiz, todos acaban hablando de lo mismo. Las palabras, elección, decisión, último pase o finalización se repiten demasiado y con diferentes ponentes. Las estadísticas de tiros a puerta y aproximaciones a zonas de peligro no se corresponden con los goles materializados. Valverde intentó desde el primer día llegar con más gente a esas zonas para de esta manera multiplicar las opciones de éxito. En un primer momento pareció que lo estaba logrando, el tema es que la racha ha parado y hay que volver a activarla. El calendario se complica pero el Athletic en estas circunstancias se viene arriba habitualmente. La Real Sociedad y el Real Madrid, rivales en liga y entre medio, el Espanyol en Copa. El míster tendrá que mover las piezas para que todos estén frescos ante las duras batallas que están por venir. El gol está caro pero se acabará encontrando.