Siendo presidenta de Navarra Uxue Barkos, Pedro Sánchez se comprometió a traspasar a la comunidad foral las competencias de Tráfico. La caverna entró en cólera porque eso suponía, según su versión, la expulsión de la Guardia Civil. Como si hubiéramos caído en un agujero negro del tiempo, el rasgado de vestiduras vuelve a ser el de hace cuatro años.

"Es una humillación al Estado y concede una victoria política a quien usó el terror precisamente para combatir la política"

ABC

Cambia, quizá, que los aullidos ultramontanos son más intensos, porque esta vez el inquilino de la Moncloa le ha hecho la promesa a EH Bildu. Y así nos encontramos una hiperventilada primera de ABC en la que, bajo la foto de un agente verde en un control de carretera, leemos “Bildu logra de Sánchez que saque a la Guardia Civil de Navarra”. Como complemento imprescindible, un editorial quejumbroso: “El acoso a la Guardia Civil en Navarra viene de antiguo, incluso con agresiones a agentes del Cuerpo, como ocurrió en Alsasua. Además, son muchos los guardias civiles caídos bajo las balas y bombas de ETA. Esta renuncia a las competencias de la Guardia Civil no es una decisión política sin más; en realidad reúne todos los componentes de una humillación al Estado y concede una victoria política a quien usó el terror precisamente para combatir la política”.

"Se trata de una medida que sólo demandaban en Navarra los herederos morales e intelectuales de la banda terrorista etarra"

La Razón

Esos aspavientos son, como van a ver en el editorial de La Razón, de repertorio: “Estamos ante una decisión puramente política que, forzosamente, convierte a la Guardia Civil en simple moneda de cambio para salvaguardar los intereses propios del Gobierno de coalición. Con el agravante, además, de que se trata de una medida que sólo demandaban en Navarra los herederos morales e intelectuales de la banda terrorista etarra, los mismos que cada año organizan un acto ofensivo contra la Benemérita, en el que propugnan la expulsión de una de las instituciones del Estado que, con la labor abnegada y el sacrificio de la vida de muchos de sus servidores fue determinante en la derrota del terrorismo vasco”.

En su primera, el periódico azulón aprovecha para lanzar una carga de profundidad añadida: “El Gobierno ata los Presupuestos con Bildu a costa de “vaciar” a la Guardia Civil en Navarra y ningunear al PNV”. Recadito a los jeltzales.

Modosito, El Mundo dedica un recuadrito de salida a la noticia con este titular: “Moncloa cede ante Bildu y retirará la Guardia Civil de Navarra”. No hay editorial sobre específico, porque ese espacio se dedica a glosar lo bien que estuvo Feijóo en el debate con Sánchez en el Senado. Eso sí, en la glosa se cuela la cuestión a modo de morcilla “[Feijóo] señaló que el Ejecutivo ha entrado en shock y que no hay institución, organismo o política de Estado que no esté impregnado del «barniz de la indignidad». Ayer asistimos a un penúltimo ejemplo, con la aprobación de retirar a la Guardia Civil de tráfico de Navarra para blindar los Presupuestos gracias al apoyo de EH Bildu”.

Sorprendentemente (o no), El Debate pasa de puntillas sobre la cuestión. Ni mención en la apertura digital ni media columna de opinión. Bien es cierto que los amanuenses del diario catolicón suelen ir con un día o dos de retraso. Todo lo que hay es una pieza de Pablo Ojer titulada así: “Competencias de Tráfico: el objetivo preferido del nacionalismo para expulsar a la Guardia Civil”. Y debajo, la argumentación histórica de tal enunciado: “Los nacionalistas ya lograron las competencias para la Ertzaintza en el País Vasco en 1983 y para los Mossos d'Escuadra en Cataluña en 1997. Ahora van a por Navarra”. Continuará.