A educación como gran pilar de la Euskadi del futuro ha vuelto en los últimos días a formar parte del debate social y político en el que no ha faltado cierta tirantez que parece estar en vías de reconducirse. El origen de este desencuentro ha estado en el contenido del borrador del decreto del Gobierno vasco sobre la ordenación y planificación de la red de centros docentes de enseñanza no universitaria que, en opinión de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU -aunque con matices y distinta intensidad-, no recoge el “protagonismo de la escuela pública vasca” que figura en el pacto educativo firmado por estas formaciones de la oposición y las que conforman el Ejecutivo, PNV y PSE. Las posteriores explicaciones, incluso en sede parlamentaria, tanto por parte del consejero de Educación, Jokin Bildarratz, como del lehendakari, Iñigo Urkullu, han calmado las aguas. El pacto educativo, que será la base de la futura ley de Educación de Euskadi que tiene la vocación de transformar, modernizar y adaptar la enseñanza para las próximas generaciones, es fruto de un diálogo muy trabajado con todos los agentes y de un consenso inédito que fue refrendado por más del 90% del Parlamento Vasco el pasado 7 de abril. Como gran objetivo de país que es, la Educación del futuro hace necesaria la búsqueda del mayor acuerdo posible. Así se está haciendo. Además de las bases, la semana pasada el Gobierno vasco alcanzó también un acuerdo con el 80% de la representación sindical para mejorar la gestión, dotar de más recursos, bajar las ratios alumno/profesor y estabilizar las plantillas de los centros, entre otras medidas. Los acuerdos en educación no solo son positivos, sino que son exigibles y necesarios y la mayoría política y social así lo percibe y lo practica mediante el diálogo, con las autoexclusiones de la derecha de PP y Vox y de ELA en el ámbito sindical. La multitudinaria fiesta que, tras dos años de parón por la pandemia, se celebró ayer en Labastida volvió a mostrar la incuestionable apuesta por la escuela pública vasca como pilar, eje y columna vertebral del sistema educativo en Euskadi basado en la calidad y la excelencia, la igualdad de oportunidades y la equidad. Los acuerdos alcanzados van en esa línea y es labor de todos los que estén dispuestos a ello contribuir sin estridencias a conservar el espíritu y la letra del pacto y garantizar su continuidad y viabilidad.