AL independentismo catalán parece no bastarle con los misiles que le lanza la politizada justicia española. Ni con los disparos de cartuchos de caza ma-yor de la judicializada política española y sus medios. Ni siquiera con el fuego amigo. Con mil frentes y en la trinchera, se da tiros en el propio pie. La Assemblea Nacional Catalana (ANC), que fue referencia antes, durante y después del procés, está en pleno proceso –perdón por la redundancia y la odiosa comparación– de descomposición debido a cierto impulso de candidaturas “cívicas” el 28-M. El tiro de gracia. O de gracias, para el españolismo feliz.