EL personal está tan escarmentado sobre los vaticinios que se extienden por todas las disciplinas y saberes –piense solo un segundo en Fernando Simón y sus curvas del covid-19...– que tanto empeño, y con tanta contundencia, en minimizar los posibles efectos de la actual crisis bancaria está acojonando a más de uno. El BCE, la UE, los gobiernos nos dicen que no hay peligro de contagio. Ayer insistió en ello el Banco de España, que, además, reafirmó que el sector bancario “tiene una elevada capacidad de resistencia”. Toma, claro. A rescate limpio. El riesgo no es para ellos, sino para nosotros.