Si alguien quiere entender la diferencia entre lo que es un golpe de Estado y lo que no -poner urnas para votar, por ejemplo-, lo que es un plan de sedición y lo que no -verbi gracia, un proceso hacia la independencia-, ahí tiene la operación en Alemania donde la policía detuvo a 25 miembros y simpatizantes de extrema derecha, varios de ellos exmilitares. Estos sediciosos de verdad preparaban un asalto armado -asalto y armas: dos palabras clave- al Parlamento alemán. Cosa muy seria y en la que tenemos que poner las barbas a remojar. Eso sí, también iban a pedir ayuda el omnipresente Putin.