No deberíamos perder de vista cómo acaba el asunto del asalto al Capitolio por muy lejos que parezca. De cómo se resuelva depende si somos capaces de encarar la posverdad, la manipulación de la opinión pública y, en definitiva, la defensa de la democracia. El testimonio de que Trump sabía del asalto del 6 de enero de 2021 y no se puso al frente de la turba para retener el poder porque se lo impidieron sus escoltas le retrata como un golpista clásico y define una trama organizada de la hoy llamada “alt right”. Antaño aquí los llamaban incontrolados; siempre han sido ultras antidemocráticos.