Portugal solo permite la gestación subrogada altruista, es decir, la gestante no puede recibir remuneración o compensación económica alguna por llevar a término el embarazo. La ley, que se publicó por primera vez en 2016, fue aprobada finalmente en 2021 con varias modificaciones para superar los vetos que había planteado el Tribunal Constitucional de este país. Sin embargo, a día de hoy, solo existe un único proceso registrado.

En 2016 se publicó la Ley 25/2016 en la que se establecían las condiciones para aplicar la gestación subrogada en Portugal, no permitida hasta entonces, que entraba en vigor en agosto de 2017. Sin embargo, fue derogada por el Tribunal Constitucional de Portugal, al considerar que violaba principios y derechos, entre ellos el arrepentimiento de la gestante.

En julio de 2019 se volvió a aprobar un proyecto de ley de gestación subrogada, pero no hubo consenso entre los diputados para incluir el plazo de arrepentimiento, por lo que el Constitucional lo vetó de nuevo. Finalmente, el 26 de noviembre de 2021 fue aprobada y promulgada por el presidente de Portugal el 30 de noviembre de 2021, al permitir a la gestante arrepentirse en un plazo de hasta 20 días después del parto.

Sin embargo, la gestación subrogada en Portugal apenas se lleva a cabo por "la falta de regulación" existente en el país, lo que genera "inseguridad" a los adoptantes, según explica la directora del departamento jurídico de la agencia Gestlife, Amaya Iturbide, a Europa Press al ser preguntada por esta práctica en el país luso.

"No se están realizando muchos procesos en Portugal porque, a pesar de ser altruista, no está muy regulada. En Grecia y Canadá, la gestación también es altruista pero los adoptantes se decantan por estos países por la regulación existente. En el caso de Portugal, no da seguridad", precisa.

En este sentido, indica que, en el tiempo que la ley ha estado vigente en Portugal, solo se ha llevado a cabo un proceso de gestación subrogada. Esto es debido, según Iturbide, a cuestiones que levantan "controversias" como que la gestante pueda arrepentirse después del parto.

"Existe un plazo de hasta 20 días después del parto que provoca reticencias y controversia porque la gestante puede decidir no entregar al bebé pasado ese tiempo. Además, existe la percepción de que la gestación subrogada está enfocada solo para portugueses, no para los extranjeros", añade, por lo que precisa que no es una opción por la que se hayan decantado parejas españolas.

En Portugal, sólo está permitida la gestación subrogada altruista, es decir, la gestante no puede recibir remuneración o compensación económica alguna por llevar a término el embarazo aunque los gastos médicos y los extras deben ser abonados por los padres adoptivos, ya que no existe seguridad social.

La ley de gestación subrogada en Portugal exige que la madre adoptante deba acreditar con certificado médico que no tiene útero o que, fruto de problemas médicos, su útero no podrá gestar un bebé. La ley no hace mención a otras posibles razones, por lo que se reducen las posibilidades de acceso, según Gestlife.

Además, solo pueden llevar a cabo procesos de gestación subrogada en Portugal ciudadanos extranjeros, que sean parejas heterosexuales casadas, no casados o mujeres lesbianas, quedando excluidos los varones solteros o parejas homosexuales.

Son países como Grecia, Albania, Georgia, México o Estados Unidos (donde no existe impedimento alguno) los que aglutinan la principal oferta, añade Iturbide, que detalla que Ucrania ha quedado en segundo plano debido al conflicto bélico mientras que en países como Colombia o Argentina es "bastante arriesgado" recurrir a esta práctica por carecer de legislación.