El Spring pasa por ser uno de los modelos 100% eléctricos más sencillos y asequibles del mercado. Desde el primer día de febrero se puede solicitar una segunda versión, con algo más de chispa y similar alcance. La variante Electric 65, que llegará a manos de los primeros clientes en verano, se denomina así en referencia a su rendimiento, 65 CV. Garantiza mayor agilidad que la motorización inicial, con 45 CV, aunque acredita una autonomía semejante: 224 km, que aumenta a 357 en recorridos urbanos (homologación WLTP). Dacia pide por esta versión un mínimo de 22.205 euros, que sale a la calle con una definición Extreme más completa.

Esta segunda declinación del proyecto Spring reclama 1.650 euros más que la inicial, animada por el bloque menos solvente. Ambas comparten la batería de 27,4 kWh y repiten la misma velocidad punta (125 km/h). La superioridad de la nueva versión se constata a la hora de acelerar, precisando 13,7 segundos en vez de 19,1 para progresar de 0 a 100 km/h.

La otra diferencia esencial entre una y otra derivadas radica en la puesta en escena y el equipamiento. La mecánica superior se vincula al nuevo acabado Extreme, que suple al Expression, favorito del 80% de la clientela particular. Esta definición del Spring se reconoce por detalles externos e interiores. Entre los primeros destacan: el tono Marrón Cobre en las barras del techo, los retrovisores, las ruedas, el logotipo Dacia de la puerta del maletero y los faros, además de motivos topográficos en las puertas delanteras.

Al acceder a bordo se perciben umbrales delanteros y alfombrillas de goma con ese mismo motivo, color Marrón Cobre en los paneles de las puertas delanteras, en los contornos de aire, el navegador y los pespuntes de los asientos, y emblema Dacia Link en relieve en los asientos delanteros.