Las mujeres juegan un papel fundamental en cualquier ámbito de la vida social. En el mundo rural han hecho verdaderos sacrificios siendo su labor totalmente invisible por tratarse de un medio masculinizado. Aunque con el paso de los años la sociedad avance, todavía queda mucho camino por recorrer. No obstante, se están dando pequeños pasos, sobre todo hacia la igualdad y, con ello, al reconocimiento de esta figura que lucha incansablemente por las mismas condiciones y la misma visibilidad que la de un hombre. 

Todavía hoy la sociedad rural continúa registrando elevadas tasas de envejecimiento poblacional, masculinización de las edades laboralmente activas y pérdida de natalidad, lo que pone en peligro la sostenibilidad demográfica de muchos núcleos poblacionales rurales. No obstante, pocas mujeres ejercían un primer papel en alto cargo de un pueblo, y por mentira que parezca, las había. Encarna Arizala Gómez de Segura, una de nuestras protagonistas, fue un ejemplo para el pueblo de Oteiza en aquella época. Ahora con 94 años, fue la primera concejala en el Consistorio, reconocimiento que ha recibido por su labor. 

Pero esta no ha sido la única que ha marcado Nafarroa. Son muchas, y muchas de ellas invisibles tienen un papel secundario en la sociedad, aunque el gobierno foral, con el fin de mantener viva su historia, premia su labor transformadora en el medio rural. Sin ir más lejos, en marzo de este mismo año, la comunidad foral homenajeó a las mujeres pioneras de Guarderío de Medio Ambiente en el 30 aniversario del ingreso de la primera trabajadora al servicio, Maite Astiz, en 1992.

En un mundo donde la conservación del medio natural se ha convertido en una necesidad vital, cobran especial relevancia las medidas institucionales que buscan garantizar la preservación de la biodiversidad y de los paisajes. Para afrontar esta tarea se crea en el siglo XVII un cuerpo de profesionales que, aún hoy, permanece y se mantiene en constante renovación: el Guarderío de Medio Ambiente de Nafarroa.

Mantener una granja da mucho trabajo.

Mantener una granja da mucho trabajo. Pexels

En el Estado, hasta 1983, uno de los requisitos para ser Guarda de Medio Ambiente-Guarda Forestal era ser hombre. En ese año ingresó en el cuerpo estatal la primera mujer, Carmen Orellana, y a raíz de ello la normativa cambió, aunque no fue hasta casi una década después cuando tuvo lugar el ingreso de la primera mujer en Nafarroa.

Asimismo, existen entidades y asociaciones que luchan todavía a día de hoy el trabajo de las familias en general y el de las mujeres en el medio rural en particular.

Afammer Navarra: Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural

Se necesita una entidad para reconocer el papel clave de las mujeres rurales en la estrategia contra la despoblación. La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural de Navarra (Afammer) visibiliza las aportaciones de las mujeres en la economía local, la integración de la perspectiva de género y feminista en todos sus proyectos y su trabajo en la lucha por la eliminación de la violencia contra las mujeres en el mundo rural. 

Afammer nació en 1982 como organización pionera en el Estado español con un claro y primer objetivo: que las mujeres rurales dejen de ser invisibles y que su voz se escuche en todos los foros nacionales e internacionales para alcanzar el reto de la igualdad real de oportunidades. Además, Afammer es a día de hoy referente indiscutible del movimiento asociativo que integra a las mujeres rurales -principal motor de desarrollo de los pueblos- participando de forma muy activa en la consecución de grandes logros y, sobre todo, apostando y llevando la formación a miles de mujeres como principal herramienta para alcanzar la igualdad. Todo ello ha hecho que año tras año siga creciendo y que aquella organización que comenzó en 1982 con un pequeño grupo de mujeres supera hoy las 180.000 socias, y tenga presencia en la práctica totalidad de las Comunidades Autónomas.

Entre las acciones desarrolladas por esta asociación, destaca la celebración anual del 'Encuentro rural por la Igualdad y la Conciliación', en el que participan más de 300 mujeres de Tierra Estella y la Zona Media, y que persigue impulsar el asociacionismo, la participación social de las mujeres y visibilizar a las mujeres rurales. También ha promovido la formación sobre TIC en diferentes localidades en su apuesta por reducir la brecha digital de género.

Asimismo, el Gobierno de Navarra instauró el Premio Berdinna en 2018 con el objetivo de destacar y reconocer públicamente la actuación de personas e instituciones que se han distinguido por su trabajo en el campo de la igualdad entre mujeres y hombres en Nafarroa. El premio tiene una dotación económica de 3.000 euros. El pasado año, el galardón fue para Afammer.

Pasado y presente del mundo rural: Innovación y emprendimiento

Asociaciones como Afammer Navarra, en su apoyo para el crecimiento de la mujer en el mundo rural, ofrece cursos con el fin de mantener vivo los oficios en este campo. Como dato positivo, se subraya entre otros la elevada presencia de las mujeres en las asociaciones del medio rural. Su implicación en éstas supone, en muchas ocasiones, un proceso personal de empoderamiento y reconocimiento social. Destacar que las mujeres rurales juegan un papel clave para afrontar el reto que supone los cambios sociales, ambientales y económicos que vivimos, en definitiva, el reto de la sostenibilidad promovido desde la estrategia 2030 de Gobierno de Navarra.

En la misma línea, es preciso reconocer que la sociedad tiene una deuda con las mujeres rurales, ya que ha invisibilizado tanto su actividad como el esfuerzo suplementario que tienen que realizar para superar las dificultades de conciliación, de acceso al trabajo, a los servicios, de movilidad, a los recursos… que se agravan en el medio rural. Y es que, aunque el mundo rural también evoluciona a pasos agigantados y se adapta a las necesidades y demandas, todavía existen algunas carencias. Destacan en la actualidad los servicios como transporte público y conexión a Internet, cuya ausencia se agudiza principalmente en aquellos municipios que cuentan con menos masa de población. Ambas carencias afectan especialmente a las mujeres ya que el mayor déficit de servicios está en aquellos relacionados directos o indirectamente con el cuidado de personas mayores y de niños y niñas. En el mundo rural se demanda también apoyar la estabilidad de profesionales de la salud o educación o priorizar el emprendimiento, para favorecer la independencia económica y la conciliación, incluyendo asesoramiento administrativo y financiación. Por ello, el medio rural también requiere de nuevas ideas y emprendimiento. En esta línea, existen las ayudas PDR, Programa de Desarrollo Rural de Navarra. Se trata de uno de los principales instrumentos del Gobierno de Navarra para impulsar la actividad económica y el empleo, y preservar el medio ambiente de las zonas rurales.

El PDR ofrece un amplio abanico de medidas para lograr un sector primario moderno y con futuro, que asuma la responsabilidad de conservar el paisaje natural, que sea capaz de adaptarse a las nuevas realidades, que sepa relacionarse con la industria agroalimentaria, comercializar su producto con valor añadido, y que pueda convivir con un entorno rural vivo, diverso, y abierto a cualquier oportunidad.

Día Internacional de la Mujer en el Mundo Rural: un guiño audiovisual

El 15 de octubre se celebra el Día Internacional de la Mujer en el Mundo Rural, y esta fecha tiene como objetivo el reconocimiento al papel decisivo de las mujeres en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza. El pasado año, Nafarroa creó una campaña de divulgación del trabajo de las mujeres en el medio rural con motivo de este día. El objetivo es visibilizar su trabajo en un sector altamente masculinizado y generar nuevos modelos que inviten a apostar por esta forma de vida.

Imagen del documental ‘En el medio - Erdigunean’. Pexels

La campaña constó de un minidocumental de casi 15 minutos titulado 'En el medio, un retrato de las mujeres en el medio rural', que recoge las experiencias de siete trabajadoras navarras que viven y desarrollan su actividad profesional tanto en explotaciones ganaderas y agrícolas como en el ámbito de la producción alimentaria o artesanal y en el de servicios; y de un spot en el que se reconoce la importancia de las mujeres en el desarrollo rural, desde el punto de vista tanto de la cohesión y fortalecimiento territorial, como desde el de la sostenibilidad. Asimismo, la campaña busca la promoción de la igualdad real y efectiva de mujeres y hombres en el ámbito agrario.