La economía vasca acusa la ralentización general que se vive en toda Europa, pero sostiene el pulso con firmeza. El PIB de Euskadi creció un 2,3% en tasa interanual, menos que en anteriores trimestres, pero si se compara únicamente la variación intertrimestral, se anota una subida del 0,5%. Además, el empleo muestra una fuerte resiliencia, con un incremento interanual del 1,5%en los tres primeros meses del año. 

La nota sobre Cuentas Trimestrales difundida ayer por el Eustat constata, además, que el crecimiento del 2,3% es una décima más que las previsiones para el trimestre avanzadas en abril. Las variaciones estimadas del empleo, en cambio se mantienen inalteradas. Pese a todo, es innegable que los efectos de la desaceleración originada por múltiples factores, como la inflación o la reciente entrada en recesión técnica de Alemania, la locomotora europea, terminan lógicamente por afectar también a nuestro entorno. Así, el crecimiento interanual del cuarto trimestre fue del 2,9%, seis décimas más que el de ahora. El ascenso del PIB en el conjunto de 2022, que se cifró en el 4,4%, estuvo principalmente sostenido por los aumentos del primer semestre.

Por Territorios Históricos, el PIB registró un crecimiento interanual del 2,5% en Alava, del 2,4% en Gipuzkoa y del 2,2% en Bizkaia. En relación al último trimestre del año 2022, es también el PIB de Alava el que mejor se comporta, con un crecimiento del 1%. En Gipuzkoa y en Bizkaia, la subida intertrimestral ha sido del 0,5% y del 0,4%, respectivamente. En lo que respecta a la evolución por sectores, el primario es el que mayor subida experimenta, con un crecimiento interanual del 7,4%, siendo un 7,5% superior al estimado en el último trimestre de 2022. En cuanto a los servicios, registraron un incremento del 2,9%, con las ramas de comercio, hostelería y transporte liderando el ascenso de su valor añadido (5,4%) en relación al primer trimestre de 2022. El avance de la industria ha sido mucho más tímido, con un 1,1% de incremento interanual y del 0,9% en comparación con el trimestre precedente. La construcción elevó su crecimiento interanual un 0,9%. 

Una de las variables en las que mejor se percibe la caída en la confianza general de la economía está en el consumo privado, que tuvo un aumento interanual del 1,7 %. Este incremento es, no obstante, inferior al de trimestres precedentes, lo que pone de manifiesto que el consumo de los hogares se ha ralentizado en este inicio del año por el alza de los precios. De hecho, 2022 cerró con un ascenso del 3 % del consumo privado, incremento que alcanzó el 5,6 % en 2021.

El empleo ratifica su buen momento, con una subida interanual en el primer trimestre del 1,5%, que llega tras crecer un 0,3% en tasa intertrimestral. Los principales aumentos se dieron en el sector servicios, con un 1,8%, y en el primario, con un 1,4%. En la industria, la subida fue del 0,8%.