Como estaba previsto ELA anunció ayer martes su rechazo al acuerdo firmado por CCOO, UGT, LAB y la patronal FVEM para actualizar el convenio del metal de Bizkaia hasta 2025. De este modo, ELA se reafirma en su estrategia de negociación colectiva, que prima desde hace años los pactos de empresa y, en estos momentos de alta inflación, exige subidas salariales ligadas al IPC en líneas generales, pero en los convenios que apoya, como el caso de la Construcción de Gipuzkoa, admite incrementos inferiores.

En lo relativo a la negociación de la siderurgia vizcaina se da la circunstancia a su vez de que el acuerdo ha sido posible gracias a la mediación del Gobierno vasco y en torno a una propuesta redactada por el Departamento de Empleo.

Según informó ayer martes ELA, en la asamblea de delegados del metal desarrollada ayer en Bilbao, con la participación de “cientos de personas”, se debatió sobre las negociaciones que se han llevado cabo para la firma del nuevo convenio, el conflicto laboral en el sector, y los contenidos y el acuerdo final.

El sindicato explicó que en la asamblea se pudieron “constatar las dudas sobre un acuerdo, de página y media, en el que hay que desarrollar muchos textos, y que crea una gran inseguridad jurídica”. “Tal y como ha sucedido con el anterior convenio de 2019-2021”, advirtió

“Continuar con la lucha”

Finalmente, la asamblea concluyó con una votación en el que se respaldó por unanimidad el rechazo de ELA al acuerdo suscrito el pasado 3 de febrero. Asimismo, destacó la central, “se ha puesto también en valor el compromiso y el esfuerzo de la clase trabajadora del Metal de Bizkaia, en los once días de huelga del 2022”.

En la asamblea se expresó, además, el compromiso de ELA de “continuar con la lucha en los centros de trabajo” del Metal de Bizkaia, con el objetivo de “mejorar, empresa a empresa, los contenidos del convenio sectorial”.