El Estado necesita ampliar su plantilla de controladores en 400 hasta 2025 para poder afrontar el aumento previsto en el número de vuelos en los aeropuertos españoles, que se disparará un 28% entre 2022 y 2028, según las previsiones de Eurocontrol. Esta es la advertencia que ha lanzado esta semana La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) en su 34 Congreso Nacional celebrado en Bilbao. El sindicato llegó en 2018 a un acuerdo con la empresa pública Enaire para aumentar la plantilla de los 2.000 actuales a los 2.400, sin embargo, advierte: “Llegamos tarde”.

“Cada año nos jubilamos más de los que entramos”, apuntaron los portavoces de USCA, que concentra al 90% de los controladores del Estado. Con una plantilla con una media de edad de 55 años, el sector asegura que el principal problema es de acceso, ya que el Estado es el único país de Europa en el que la formación se ha privatizado, de manera que hay que pagar 60.000 euros por el curso de formación obligatorio para poder presentarse a las oposiciones.

Los portavoces del sindicato lamentaron el hecho de que en los últimos años no haya habido convocatorias y esperan que se anuncie una antes de final de año para cubrir 120 plazas. Sobre la edad media de la plantilla, los controladores señalaron además que, frente a otros países como Alemania, en el Estado no se les retira a los 55 años de las tareas de frecuencia –hablar con los aviones–, cuando lo recomendable es que ese trabajo lo hagan personas más jóvenes. “En España, la gente se jubila en frecuencia aunque haya pedido el relevo”, subrayaron.

La falta de personal va a ser uno de los principales problemas en los próximos años si, como parece, se afianza la recuperación del tráfico aéreo tras la pandemia. Según Eurocontrol, el Estado ya ha alcanzado el 92% de la cifra de vuelos previa a la crisis sanitaria y prevé que, en ese escenario, llegará al 120% respecto a la registrada durante el año actual.

Por territorios

En Euskadi, la situación varía dependiendo del territorio. Entre enero y octubre, el aeropuerto de Bilbao acumula en torno a los 38.000 movimientos, “que supone una variación muy importante respecto a 2021 –un 823,4% más– porque ese año hubo una bajada fuerte del tráfico aéreo por la pandemia”.

Sin embargo, todavía está un 13% por debajo de los niveles registrados en 2019. En Donostia, la situación es bastante similar: con 4.461 vuelos, los movimientos han crecido este año un 80,3% respecto al año pasado, sin embargo, todavía está un 15% por debajo de 2019.

La excepción es Gasteiz, que apenas ha incrementado un 6% sus movimientos respecto al año anterior. La explicación es que Foronda es un aeropuerto de carga, y estos aeródromos vieron incrementada su actividad durante la crisis generada por la pandemia. De hecho, el aeropuerto gasteiztarra supera en un 21% los niveles de tráfico aéreo de 2019 –de enero a octubre de este año se han registrado 11.208–.

Los controladores votarán el próximo 13 de diciembre el preacuerdo para su tercer convenio con la empresa (Enaire). Una buena noticia, ya que desde 2011 se regían por un laudo.

Los datos

  • Plantilla. El sindicato llegó en 2018 a un acuerdo con la empresa pública Enaire para aumentar la plantilla de los 2.000 actuales a los 2.400. Se espera que se anuncie una OPE antes de final de año para cubrir 120 plazas.
  • Recuperación. Según Eurocontrol, el Estado ya ha alcanzado el 92% de la cifra de vuelos previa a la crisis sanitaria y prevé que, en ese escenario, llegará al 120% respecto a la registrada durante el año actual. En Euskadi, Bilbao y Donostia están todavía un 13% y un 15% por debajo, respectivamente, mientras que Gasteiz está un 21% por encima.