Fiscales federales de Estados Unidos están investigando el derrumbe de la plataforma de criptomonedas FTX, en particular el uso de dinero de clientes en arriesgadas inversiones de una de sus firmas asociadas, según informó hoy el diario The Wall Street Journal.

Según fuentes anónimas citadas por el periódico, la Fiscalía federal del distrito neoyorquino de Manhattan -que tiene entre sus especialidades los delitos financieros- ha iniciado pesquisas sobre el caso de FTX, que se declaró en bancarrota la semana pasada.

Al menos de manera inicial, los fiscales estarían centrándose en las posibles ilegalidades cometidas por la plataforma al supuestamente haber prestado fondos depositados por sus clientes a su firma de inversiones Alameda Research, una práctica que en general está prohibida en los sectores financieros regulados.

En los últimos días, han salido a la luz varias informaciones según las cuales FTX pudo haber usado miles de millones de dólares de sus clientes para financiar arriesgadas apuestas a través de Alameda, que como la plataforma de criptomonedas había sido fundada y estaba bajo control de Sam Bankman-Fried.

Sam Bankman-Fried, fundador y máximo responsable de FTX. SAUL LOEB | AFP

Bankman-Fried, una de las figuras más conocidas en el ámbito de las criptodivisas, dimitió la semana pasada tras el repentino desplome de FTX y ha admitido en público haber cometido errores de gestión, aunque hasta poco antes había insistido en que no había problemas y que los activos de sus clientes estaban seguros.

Uno de los posibles obstáculos de una investigación es que FTX tiene su sede en las Bahamas, tras haber sido fundada en Hong Kong, pero la compañía tiene una filial estadounidense y muchos usuarios en ese país, lo que a priori abre una ventana para los fiscales.

La firma, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, se vino abajo en apenas unos días después de que surgiesen dudas sobre su solvencia a raíz de varias informaciones, lo que llevó a muchos usuarios a apresurarse a retirar su dinero, dejándola sin liquidez y en busca de un rescate.

Esa inyección de capital nunca llegó y FTX terminó por declararse en quiebra el pasado día 11, asegurando que esa era la mejor fórmula para proteger a sus clientes y buscar que puedan recuperar su dinero.