Febrero cuenta con la particularidad de tener entre sus días el de San Valentín, que cientos de románticos celebran en todo el planeta. Pero como todo en la vida, tanto el dinero como el amor pueden irse al traste. La Asociación Española de Abogados de Familia advierte que, a día de hoy, la gente en el Estado español finiquita su vínculo matrimonial, principalmente, a causa de problemas financieros.

Viendo esta situación, compartimos algunos consejos para una gestión de la economía en pareja adecuada, y evitar que esta pueda terminar con discusiones y la separación.

Definir una estrategia

No tratar el dinero como tema tabú, trazar un plan en común y ser honestos con la pareja son algunos consejos que lanzan desde el comparador de productos financieros HelpMyCash.com.

En primer lugar, el tema del dinero no debe ser algo que se guarde bajo la alfombra. Debe tratarse de manera regular. Sobre la mesa tienen que estar el análisis de las finanzas en común, los gastos y los proyectos conjuntos.

Para ello, es clave definir una estrategia. Desde el primer momento hay que llegar a acuerdos para evitar malentendidos. Lo ideal: fijar un presupuesto común. Los expertos de HelpMyCash recomiendan adaptar dicho presupuesto a las circunstancias de cada momento. Para evitar reproches, tiene que quedar claro el reparto de gastos y la aportación de cada integrante de la pareja. Para pagar todo a medias y que cada uno aporte lo mismo al fondo común, puede optarse por abrir una cuenta conjunta. No obstante, como ocurre en infinidad de relaciones, la situación laboral y salarial de cada miembro podría ser distinta.

Otra opción sería establecer metas de ahorro comunes, como la compra de una casa o de un vehículo. Este objetivo tendría que ajustarse a la realidad y situación de la pareja.

Fijarse metas suena idílico pero en el día a día ocurren situaciones imprevistas, por ejemplo averías, operaciones médicas, multas, etc. Para solventarlas, es más que conveniente contar con un fondo de emergencia. Por ejemplo, una segunda cuenta destinada a ahorrar para hacer frente a situaciones venideras que ocurren de golpe y porrazo.

Compromiso y honestidad

Todas estas recomendaciones inducen a las personas a adquirir compromisos. Si estos no se cumplen, los objetivos comunes quedarían en agua de borrajas. Por lo tanto, lo que se les exige a las parejas es compromiso y honestidad.

Como muestra de compromiso, es importante priorizar las finanzas en común. De esta manera se puede acordar que cada miembro de la pareja transfiera su parte del bote común a principios de mes. Existe, pues, la opción de programar una transferencia automática desde la cuenta individual a la cuenta compartida.

Hay que evitar además la falta de transparencia y la ocultación de deudas y diferentes problemáticas en torno al dinero.