Patxi Eugi (Agoitz, 1971) lo recuerda con nitidez: "La primera foto de la muestra es de cuando tenía seis años y estaba a punto de cumplir los siete. Estoy en el frontón Toki Eder de Agoitz con la primera copa que gané jugando a pelota. Ese día perdí la final contra mi hermano Iñaki, que tiene un año más que yo".

Esa instantánea es el primer peldaño de la exposición Del Toki Eder a txapeldun, basada en la vida deportiva del exprofesional navarro, uno de los grandes campeones de la historia de la pelota a mano. En sus vitrinas destacan seis txapelas de Primera, todas individuales: tres del Manomanista (1996, 1999 y 2000) y otros tres del Cuatro y Medio (1992, 1994 y 2000). Se le resistió el Parejas para entrar en el selecto grupo de la Triple Corona. Disputó una final: en 1997 junto a José María Zezeaga ante Julián Retegi y Oskar Lasa (22-17).

Pedro María Larrea y Ramón Leache, junto con "un montón de amigos", han trabajado durante "bastante tiempo" para organizar la exposición sobre Eugi. En la misma colaboran el ayuntamiento de Agoitz y EITB, que preparó un vídeo con los mejores momentos del campo profesional y de la victoria en el Mundial de Cuba de 1990.

EL SÁBADO, UN "DÍA ESPECIAL"

Este mismo martes se abrirá la muestra en la Casa de Cultura de la localidad natal de Eugi y se mantendrá hasta el sábado 25 de junio. Los primeros días se programarán visitas del alumnado del Colegio San Miguel del municipio.

Este sábado será la inauguración oficial, a partir de las 19.00 horas, y desde este martes 21 se subirá el telón para el público general. "Se cuenta toda mi vida deportiva desde que empecé siendo un chaval hasta que fui campeón. También se aborda la retirada", desbroza el agoizko. Si bien durante las primeras jornadas la muestra estará acotada a los escolares, el sábado se avecina un día "muy especial".

TRANSMITIR LA VIDA DEPORTIVA A LOS JÓVENES Y AGRADECIMIENTO

"Una de las cosas que más me gustan es que está enfocada a transmitir a los jóvenes cómo es la vida deportiva del pelotari", determina Eugi. Y es que el campeón actuará de cicerone de chavales de Primaria y Secundaria. "Estaré con los profesores de gimnasia para enseñar todo lo que he vivido en estos años. Es algo que me encanta de esta iniciativa. Mi intención es dar a conocer los momentos buenos, como los títulos o las victorias, y los malos, como las lesiones y las malas rachas de resultados", destaca el pelotari, que analiza que "cada día de esta semana estaré tres o cuatro horas con los más pequeños. Los niños me encantan, así que estaré muy a gusto".

Además, la otra pata de la exhibición es el "sentimiento de agradecimiento". "Desde que estaba en el campo aficionado tuve la suerte de contar con el apoyo de los y las agoizkos. Se ha centrado también en los que han estado conmigo durante todos estos años y me han ayudado a llegar arriba. Tengo que dar las gracias a mucha gente porque fui campeón también por ellos", analiza Eugi.

La exposición cuenta con "un montón de fotos", trofeos y recuerdos del delantero agoizko. "Lo hemos cedido con mucho cariño", afirma el exprofesional.

"Cuando me lo propusieron no me lo creía. Estas cosas se le hace a la gente cuando se muere", recita entre risas Eugi, quien reflexiona que "nunca he sido de este tipo de actos. Al final, me siento orgulloso de lo conseguido y ya está, pero los matices del proyecto me llenaron de verdad".

LA IRRUPCIÓN EN EL CAMPO PROFESIONAL

La irrupción del agoizko en el campo profesional en 1991 -desechando participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92, cita para la que estuvo becado en el plan ADO desde 1988- coincidió con la llegada de la televisión y el cambio cualitativo que supuso ello para el deporte.

Los duelos importantes entre Eugi y Rubén Beloki, que fueron a sustituir a la rivalidad entre Retegi II y Galarza III y precedieron a la de Irujo y Olaizola II, se transformaron en un fenómeno de masas desde 1992.

IDILIO EN LA 'JAULA'

Por entonces, Eugi, fuerte de piernas, rápido hasta la extenuación, ya había alcanzado una final del Cuatro y Medio en menos de un curso entre los mejores. La disputó ante Julián Retegi, con el que se entrenaba. Acabó 22-7 para el de Eratsun.

Un año después, el navarro se coronó en la distancia ante Errasti (22-12). Ganó dos veces más en la jaula (1994, ante Errandonea, y 2000, ante Nagore) en las otras seis finales que jugó. La facilidad de movimientos y la capacidad de sufrimiento siempre le fueron bien al navarro para afrontar este tipo de contiendas, más peloteadas y con mayor ritmo de juego. La velocidad fue una constante en la carrera deportiva de Eugi.

TRES VECES CAMPEÓN MANO A MANO

Tampoco le fue mal al agoizko en el Manomanista, en el que se embolsó tres ediciones y jugó cinco finales. Tres fueron contra Beloki. Llegó a su primera pelea por la txapela en 1996 y se vio las caras con Fernando Arretxe. El veterano zaguero de Luzaide estaba ya de vuelta, pero le hizo trabajar, leitmotiv del agoizko. El partido acabó 22-19 para Patxi.

En el 98 se encontró con Beloki y le ganó la partida por 22-13. El curso siguiente, con la ruptura de las empresas y la creación de dos campeonatos, se vio las caras con Elkoro y se llevó la txapela (22-11). En 2000 se reunificó el Manomanista y Rubén volvió a arribar en la final. Eugi se tomó la revancha. El nacimiento de su hijo le arrebató la presión. Comenzó 10-0 y ganó por 22-13. Un año después, se repitió la historia, pero el guion cambió. Perdió 22-8 ante el de Burlata. Patxi se retiró en 2008 y las lesiones se transformaron en su mayor adversario. Su último partido fue en el Toki Eder. Donde todo empezó.