Jon Rahm regresa tres años después al Jumeirah Golf Estates para cerrar el curso en el DP World Tour, el Circuito Europeo del que ya es miembro vitalicio. El de Barrika busca ser el primer jugador que gana tres veces el DP World Tour Championship, que desde 14 años se disputa en el campo del Emirato, curiosamente, diseñado por el australiano Greg Norman, la cabeza visible del LIV Golf y al que muchos, entre ellos Rahm, señalan como el principal responsable de la división actual en el golf.

Rory McIlroy y Matt Fitzpatrick también pueden igualar ese logro y el norirlandés, además, puede convertirse en el segundo golfista que gana en el mismo año el PGA Tour y el Circuito Europeo. El estadounidense Collin Morikawa no defenderá el trofeo conseguido el año pasado.

El vizcaino ha disputado el torneo en tres ocasiones con dos victorias y un cuarto puesto, lo que demuestra que el recorrido de Jumeirah se ajusta a su juego. “Es un campo en el que si pegas bien el drive, puedes coger mucha ventaja. Pero también tus hierros deben ser precisos ya que los greenes son muy ondulantes. Y los cinco-siete hoyos finales son de los mejores del mundo porque si coges los riesgos necesarios, puedes hacer birdies. Es una semana en la que disfruto mucho y estoy encantado de haber vuelto”, comenta Rahm.

En esta ocasión, el barrikoztarra, que jugará hoy con el escocés Ewen Ferguson, no tiene opciones de llevarse el DP World Tour como en 2019, pero competirá como siempre para ganar. El triunfo final queda para McIlroy o el neozelandés Ryan Fox. El objetivo de todos será ganar puntos para el ranking mundial aunque, para variar, también en este asunto ha habido polémica. En Dubai están esta semana siete de los 25 primeros jugadores del mundo y, pese a ello, el RSM Classic del PGA Tour, que tiene a ninguno, repartirá más puntos según el nuevo sistema, algo que también ha criticado Jon Rahm: “Es risible y claramente un error”.

Justo por detrás de Rahm, saldra Adrián Otaegui en busca de acabar el año en el Top 10 europeo.