LA ARC-2 es una competición de supervivientes. En los últimos años cada vez es menor la cantidad de remeros y llenar los botes para poder salir al agua a afrontar el sacrificado verano cuesta más. Las bajas no paran de sucederse y este año en la tercera categoría del remo del Cantábrico solamente habrá nueve botes en liza, el número más bajo de su historia. Entre esos botes que se resisten a pelear en esta categoría, con el sueño de dejarla pero en este caso para bogar en una división superior, se encuentra Portugalete, el único representante vizcaino. La ‘Jarrillera’ ya tocó el ascenso con la yema de los dedos el curso pasado y este curso aspira a mejorar ese resultado con un bloque donde los remeros salidos de las categorías inferiores volverán a ser protagonistas. Su primera prueba para demostrar su nivel será hoy a partir de las 17.30 horas en Donibane Lohizune.

Cada temporada, la mayoría de las traineras afrontan el curso con el reto de dar un paso más. De mejorar lo conseguido el año pasado y tratar de escalar posiciones. En el caso de Portugalete eso se traduce en lograr el título. El club ‘jarrillero’ afronta el curso con ambición, pero también con los pies en el suelo, sabedor de lo complicado que es vencer en esta igualada categoría. “El objetivo tiene que ser estar en los puestos de cabeza para subir de categoría y seguir creciendo. Sabiendo que es una liga complicada y que siempre hay varios equipos que salen a disputarla, queremos ser uno de ellos y estar en la pelea de las banderas o de los primeros puestos para optar a subir”, declara su presidente Karlos Belasko. En esa lucha, además de los vizcainos, hay varios candidatos como Mutriku, el recién descendido Lapurdi o Hibaika. Sin descartar a ningún otra embarcación que pueda dar un paso de última hora.

La reducción de los clubes ha dejado la temporada también muy tocada. Solo hay doce regatas puntuables y eso limita el margen de error al máximo. Además, para igualar las tandas, las embarcaciones se dividirán en mangas de tres, por lo que luchar cara a cara con los mejores será más complicado aún. Portugalete ya pagó caro fallar en días puntuales el curso pasado y no quiere que la historia vuelva a repetirse: “Estar o no estar en la tanda con nuestros rivales directos va a ser clave. Siendo nueve además la liga es muy corta y se queda un calendario muy justito donde no caben errores”. Para aumentar el número de regatas, el club ‘jarrillero’ es una de las entidades que ha decidido dar un paso adelante y dividirá su bandera en dos regatas, el 9 y el 10 de julio.

Portugalete no es ajeno a los problemas que sufren los equipos de la ARC-2 para formar sus botes y también afronta este año con varias bajas de última hora. “El número hemos quedado mermados pero la calidad del equipo es parecida a la del año pasado”, afirma Belasko. La fortaleza de su cantera es una de las claves de ese logro y con ese arma aspiran a seguir creciendo y dejar la ARC-2, aunque en su caso si dejar de remar. l

Las regatas