Desde el día 2, el Arenal ha sido punto de cita de escritores y lectores. Una gran nómina de autoras y autores han estampado su firma en los miles de libros que ha ofrecido la Feria del Libro de Bilbao, que cierra este domingo sus puertas en una edición marcada por la falta de restricciones tras la pandemia.

Aunque todavía es pronto para hablar de números, Kepa Torrealdai, presidente de la Asociación de Libreros de Bizkaia, ha comentado esta mañana que las previsiones parecen haberse cumplido. "Las ventas han ido bien, parecidas a la del año pasado, que fueron buenas. Depende mucho del clima y estos días tampoco ha hecho malo para la feria, no hemos tenido mucho calor ni ha llovido demasiado. Cuando más se vende es durante los fines de semana, salvo ayer, que hubo poca gente por el concierto de Fito", insiste Torrealdai.

Con la pandemia, los índices de lectura han aumentado. "Hubo un gran crecimiento", subraya Torrealdia. De hecho, en 2021, afirma, se incrementó un 20% comparado con el año anterior. Sin embargo remarca, hay que compararse con el 2019. "Ahora la situación no es mala pero la euforia ha bajado y se está volviendo a lo de antes", explica.

Todos parecen estar de acuerdo. La rentabilidad de esas ferias para los libreros y los editores está garantizada, aunque no es por lo que supone de ingresos directos durante su celebración, sino porque es el escaparate del mundo editorial que estimulará las ventas de cara al verano. En las 55 casetas que han tomado parte en esta edición, se podía encontrar prácticamente la mayoría de las numerosas novedades que han aparecido en los últimos meses en el mercado editorial.

"Pero no nos engañemos, aquí se suele acercar gente que no se atreve a entrar en una librería y adquiere un libro. Pero los amantes de la literatura comprarán más tarde en los comercios", sostienen en varios de los stands.Duelo de plumas

Miles de personas han paseado estos días por el recinto ferial. Los lectores habituales para ver la producción en conjunto y hacerse idea de la nuevo y caer una vez más en la tentación. Los lectores esporádicos, para dejarse llevar por lo que les ha apetecido.

Y en la elección ha influido mucho la presencia de escritores y escritoras que han firmado los ejemplares de sus últimas novelas. Frente a frente, lector y escritor, sin más parapeto que un montón de libros, se han producido momentos de emoción. Ha sido la excusa perfecta para conocer de cerca al autor o autora que tanto se admira y del que se ha leído ese libro que a veces no se recuerda, pero cuya historia ha servido para cambiar un poco la vida de sus lectores. O para descubrir a los nuevos autores que acaban de ingresar en el panorama literario vasco.

Como dijo la periodista y escritora Rosa Montero, al recoger en esta edición el Premio Atea que concede la Feria del Libro de Bilbao, "las librerías son las farmacias de guardia del espíritu porque ¿qué sería la vida sin libros?".

Como es ya habitual, una de las escritoras que más expectación ha levantado en esta feria ha sido Toti Martínez de Lezea. "Yo me meto en el stand y no me aburro, estoy constantemente con la gente. No es la gran feria de Madrid o de Barcelona. Aquí nos juntamos los amigos. Aquí te paras, hablas. Lo que más me gusta es cuando viene una persona y me pide que le recomiende una de mis novelas. Entonces, le pregunto qué le gusta leer y de dónde es. Entablamos una conversación, es una gozada. Tengo tantas novelas... Y luego los cuentos de Nur, para los niños. Uno de mis libros que se está vendiendo muy bien es Leyendas de Euskal Herria, que se ha reeditado. Ahora saldrá también Brujas, que se ha agotado. Y se está haciendo una biblioteca nueva, que se va a llamar Biblioteca Toti Martínez de Lezea, se están recuperando mis primeros libros, que ya estaban descatalogados".

Para el escritor y periodista de DEIA Igor G. Vico ha sido la primera vez que ha firmado en la Feria de Bilbao, aunque ha estado en la de Santurtzi y en la de Oviedo. "Estoy muy contento, tuve la posibilidad de ir a otras casetas además de la de la Asociación de Escritores de Euskadi, pero por razones de logística no pudo ser. Pero he firmado dos días y he conocido a compañeros escritores con más experiencia que yo, que me han guiado para ocasiones futuras. Se ha acercado además gente que ya había leído mi novela, La niña de sienes plateadas, pero también nuevas y nuevos lectores que les había llamado la atención mi libro. Ha sido una experiencia muy enriquecedora porque hablas con ellos no solo de tu libro, sino también de literatura, de lo que les gusta leer...; Al final, entablas una relación más allá de la mera firma".

Novela negra

Desde hace más de diez años, hay un espacio en la feria dedicado a la novela negra. "Hace tiempo fue la novela histórica la que se demandaba más, pero ahora todo tipo de escritores escriben novela negra. En el País vasco, hay muchos autores que cultivan el género negro con mucho éxito", explica Fernando Fernández, de la librería Etxean, de Sarriko.

Por este espacio, han pasado esta edición escritores como el portugalejo Mikel Santiago, que está arrasando con Entre los muertos, de su trilogía de Illumbe; José Francisco Alonso, con su novela Pisto a la bilbaina (otra revelación de esta feria), ambientada en Bilbao; los bilbainos Felix G. Modroño, con Sol de brujas y Jorge Urreta, autor de Sueños del pasado... En el stand de al lado, se encontraba otro veterano de la novela de intriga, Juan Infante.

Es tiempo de libros. Cierra la feria, pero las librerías siguen abiertas.