"No soy ni modelo ni actriz. Lo fui. Hace 17 años que me puse detrás de las cámaras para dirigir mi primer documental”, afirma tajante la cineasta Mabel Lozano, “vocera”, como ella misma se define, contra la trata, la explotación sexual y la prostitución. En su último trabajo, Biografía del cadáver de una mujer, visibiliza el asesinato de Yamiled GiraldoBiografía del cadáver de una mujer, a través del testimonio de su hijo, que fue testigo del crimen, y del comandante de la guardia civil que investigó el caso, para componer un relato en el que humaniza a las mujeres que son víctimas de esta lacra. “Yo no hago pornografía del sufrimiento ajeno”, asevera la directora. El Ayuntamiento de Bilbao ha programado mañana, en el Teatro Campos Elíseos, la proyección de este trabajo, ganador del Goya al mejor corto documental en 2021, con la presencia de la propia Lozano.

Hubiera sido cineasta mucho antes si hubiera tenido referentes”, confiesa la conocida directora manchega, que inició su trayectoria vinculada al mundo de la moda y la televisión. “Como mujer de pueblo, cuando llegué a Madrid pensé que ese era mi destino. Pero mi destino fue conocer en 2004 a Irina, una joven rusa víctima de trata”, explica sobre el golpe de timón que dio a su carrera. Poco después, tras finalizar sus estudios en el ámbito de la cinematografía, escribió, produjo y dirigió Voces contra la trata de mujeres “En aquel entonces nadie hablaba de la trata. Todavía existía el tópico de: la que es puta es porque quiere”, expone Lozano.

A lo largo de los años, la directora se ha ido formando en el ámbito de la defensa de los derechos humanos mientras, paralelamente, abordaba trabajos relacionados con otras temáticas como el cáncer de mama, mujeres con discapacidad o la maternidad. “Pero la explotación sexual no es solo un referente en mi carrera como cineasta, sino en mi vida. Soy una activista”, considera la cineasta, quien explica que el camino hasta el rodaje de Biografía del cadáver de una mujer comenzó hace muchos años, “porque hay que tener mucho conocimiento de la trata”. Porque Mabel Lozano no se ha limitado al cine para concienciar sobre este delito, sino que escribió un libro, El proxeneta, en el que contó con el testimonio de El Músico, un proxeneta que le relató, con pelos y señales, los bajos fondos de las mafias que se dedican a secuestrar a mujeres para obligarlas a prostituirse.

“¿Por qué no denuncian las mujeres?”, preguntó Mabel Lozano al proxeneta durante sus entrevistas. Y así fue como él le habló del caso de Yamiled Giraldo, una mujer colombiana que fue asesinada en 2009 en la localidad navarra de Cordovilla después de que denunciara a su proxeneta. El mensaje que quisieron trasladar con este crimen fue claro: esto es lo que les ocurre a las mujeres que nos señalan. “Fue una mujer valiente que denunció al hombre que la había raptado, coaccionado, violado y vendido. Eso también ocurre en nuestro país”, asevera la cineasta. Tras tener conocimiento de este caso, Lozano realizó varios viajes a Iruñea, donde se entrevistó con el viudo de Yamiled.

Pero el consentimiento de su hijo Cristofer fue fundamental, porque el relato se construye a través de su testimonio, ya que estuvo presente cuando asesinaron a su madre. “Salvó su vida porque la pistola del sicario se encasquilló. Parece que estamos hablando de algo que podría suceder en Colombia, vinculado a un cártel de la droga”, evidencia la directora de cine. En el momento del crimen, Cristofer apenas tenía 14 años. “Decidió participar en el documental porque mi trabajo me avala”, considera Mabel Lozano, quien explica que aborda el tema con “muchísima seriedad, sin sensacionalismo ni amarillismo”. Y es el testimonio de Cristofer, precisamente, el que “humaniza a las mujeres en situación de prostitución”.

Con su presencia en el documental, Mabel Lozano consigue no solo poner nombre y apellidos a las mujeres que son víctimas de trata, sino que logra homenajearlas. A ellas y a sus familias. Por otra parte, el objetivo de la cineasta era reflejar el motivo por el que las mujeres no denuncian: el miedo real al asesinato. En ese sentido, Biografía del cadáver de una mujer se cimienta sobre otro testimonio que resulta esclarecedor, el de Óscar Esteban Remacha, el comandante de la guardia civil que llevó a cabo la investigación. El propio policía reconoce la contradicción de pedir a las víctimas que denuncien cuando, en ciertos casos, los cuerpos de seguridad no pueden protegerlas.

FENÓMENO GLOBAL

El foco lo pongo en los derechos humanos y en la violencia estructural de género. La trata y la prostitución son crímenes contra las mujeres por el mero hecho de serlo. Ambas situaciones van de la mano. ¿Las pretty woman existen en España? Yo no las conozco. Lo que existen son mujeres cada vez más jóvenes, con hijos a su cargo, que no han tenido otra alternativa”, expone Mabel Lozano en su alegato contra esta injusticia. Y recuerda que este fenómeno es global, tal y como se está viendo con la guerra de Ucrania, donde las mujeres que salen del país son carne de cañón para las mafias. Además, a su juicio, la vulnerabilidad de estas mujeres se perpetúa, ya que en muchos casos sus propias hijas están abocadas a seguir el mismo rumbo.

El compromiso de Mabel Lozano con este atropello es tal que está en plena preproducción para otro rodaje sobre la trata. “Mi marido me dice: ‘¿Cómo es posible? Después de tantos cortos, largometrajes, campañas...’. Todavía hay muchas cosas que contar sobre este fenómeno delictivo”, expone la cineasta, que, paralelamente, está escribiendo otro libro. Mientras tanto, sigue recogiendo los frutos de Biografía del cadáver de una mujer que, según expone, ha recibido muchísimos premios. “Y tiene un Goya, que es el mayor altavoz de la cinematografía para poner el foco en este cruel asesinato”, concluye