José Félix Fernández, presidente de la Federación Vizcaina de Montaña, considera que los escaladores suelen conocer las restricciones y, antes de meterse en un problema, buscan la información relativa a ello. “No creo que haya ocurrido por desconocimiento de la normativa”, considera respecto al expediente abierto a los dos escaladores que el miércoles se saltaron la prohibición de ascender la atalaya de Ogoño. “Es como todo, el que quiere saber si se puede, lo tiene en sus manos. Además, la escalada es cosa de dos y cuando se enseña, esa información se traspasa de unos a otros”, indica.

El responsable de la federación, de hecho, defiende que el escalador que cumple con la normativa, lo recoge todo y es atento con las restricciones. “Será por sitios para escalar en Bizkaia, hay cientos de vías. Entiendo que el entorno de Ogoño, junto al acantilado, en un día soleado, puede ser muy apetecible y tiene su encanto, pero si no se puede, no se puede”, expone Fernández, quien concreta que no es que esté cerrado todo el año, sino que hay restricciones de una fecha a otra y se tienen que cumplir. Con ese fin hay un cartel en la zona que advierte de la prohibición por anidamiento.

Desde que en 2020 la escalada se consideró un juego olímpico en Tokio, este deporte ha experimentado un boom. “Ahora la gente sale del rocódromo, se compra una cuerda y unos gatos y no mira la normativa. Pero el escalador de siempre, la tiene interiorizada”, asevera. En ese sentido, indica que aunque no es lo habitual, hay ocasiones en las que se producen incidentes. “En zonas de Atxarte, en Urkiola, por ejemplo, hay gente a la que se ha parado porque el alimoche estaba anidando. Aunque no conozco casos de expedientes que se haya abierto”, reconoce.

En cualquier caso, desde la federación se han hecho eco de esta noticia con el fin de que no se repita. “Hace dos años hicimos lo mismo, la noticia se movió entre todos los escaladores y el alimoche estuvo tranquilo, anidó y tuvo un polluelo”, expone sobre la presencia de la ave en Ogoño.