En la visita de diciembre del año pasado a la Azoka de Durango cuál fue mi sorpresa al ver este libro, cuyo título es el titular del artículo. Estaba tan recién publicado por la Diputación Foral de Bizkaia, que se había presentado ese día allí en Durango, pero que ningún medio de comunicación había citado.

Fue en el stand de la institución vizcaina y, nada más verlo, lo cogí y consulté la bibliografía, defecto de autor, y allí me vi reflejado en varias citas. No conocía a Javier Sánchez-Beaskoetxea, pero sí sabía de él al tener otro libro sobre Gorbeia que presentó en 2001, con motivo del centenario de la cruz. Buen trabajo, de 276 páginas, con preciosas fotografías de su hijo.

Solicité a la Diputación el contacto del autor para poder conocerle, felicitarle y escribir este artículo. Una vez comunicados por WhatsApp le dije que reservase un lugar donde comer un menú del día y me citó en el restaurante de Bilbao que gestionaba mi amigo marroquí Juan Savall, con quien compartí decenas de tertulias de televisión.

Este montañero, que es más ciclista que alpinista, aunque ama la montaña como el que esto escribe, también es atleta. Javi ha corrido 35 maratones. Dos veces el de Nueva York y el año pasado el de las Islas Feroe.

Además de los dos libros sobre Gorbeia, firma otros tres más de cicloturismo, dos sobre maratones, tres novelas y uno que invita a dar la vuelta a Bilbao a través de sus montes.

Le pregunto cuál es su cota más alta alcanzada, típica pregunta entre montañeros, y me dice que el Toubkal en el Gran Atlas. Conversamos largo rato sobre el lugar que he coronado dos veces y conozco bien.

Volviendo al libro que nos ocupa, nos muestra Javi catorce rutas por Gorbeia. Ocho en Bizkaia, cuatro en Araba y una que asciende desde la cota cero, bueno casi, desde Bilbao, hasta la altura mayor de Bizkaia, 1.481 metros, Gorbeiagana.

Vayamos a la persona. Javi es profesor de la escuela de Náutica de Portugalete, es Marino Mercante. Actualmente preside la Sociedad Ciclista Bilbaina, creo la más antigua del mundo. Es un apasionado del ciclismo y un gran fan del junco de Berriz, Marino Lejarreta, del que lo sabe todo. Su tesis doctoral habló sobre La imagen de los marinos en los medios de comunicación. Le pregunto por sus tres lugares favoritos en Gorbeia, dado que se lo conoce de pe a pa. Me responde que, además de la cruz, que tiene un significado personal muy importante para él, Itzina y Aldamin, son sus enclaves predilectos.

Resulta curioso que entre escritores de Gorbeia haya tanta complicidad. Creo conocer a todos los que han escrito libros sobre Gorbeia. Me he preocupado por saber quiénes son y aprender de ellos y, en estos encuentros, dado que no nos conocíamos, aflora el buen rollo montañero.

El libro podéis comprarlo en la Biblioteca Foral en la calle Diputación número siete en Bilbao, o pedirlo en la web del departamento (www.bizkaia.eus/argitalpenak). Un buen trabajo y una buena edición. Me quedo en espera de su tercer libro de Gorbeia.

Ha sido grato conocer a Javier Sánchez-Beaskoetxea. Gracias a él y a la Diputación por la difusión de este macizo montañero, primer Parque Natural de la CAV.