Con los votos favorables del equipo de gobierno de la Candidatura Local Independiente y EH Bildu y el negativo de PNV y PSE, Balmaseda ha dado luz verde a unas cuentas de 11,3 millones de euros. El montante global crece un 27% con respecto la ejercicio anterior. El notable crecimiento se debe a que “está presupuestada la reforma integral de las piscinas”, explica el alcalde, Aitor Larrinaga, que llevan meses cerradas por problemas en la cubierta que comprometían la seguridad de las personas usuarias. Todas las reparaciones necesarias para ofrecer una solución definitiva, que implicaría renovar completamente la estructura, precisarían alrededor de 2,5 millones de euros.

Para afrontarla está previsto solicitar un crédito a largo plazo, por lo que, “evidentemente, condiciona las inversiones de este año y los venideros”. A lo largo del primer trimestre de 2023 se estudiará el proyecto y se llevarán a cabo los trabajos técnicos y administrativos para redactar los pliegos. Sin embargo, por estar ya inmersos en año electoral y tratándose de “un importe tan elevado”, la contratación no se realizará antes de las elecciones al objeto de el equipo de gobierno entrante “pueda tomar o no la decisión política”.

El Consistorio estima que a finales de febrero podrá reabrir la instalación después de que se proceda a la colocación de unos cables tirantes que impidan el descenso de las vigas, sin olvidar un continuo control de su estado. En paralelo, se está redactando un proyecto que recoja las conclusiones del informe encargado por el Ayuntamiento en junio e incorpore nuevos requerimientos de medio ambiente y sostenibilidad y las necesidades del equipamiento. Así, además de reparar la cubierta se reducirá el fondo del vaso y se instalará otro vaso de compensación para poder mantener las dos piscinas funcionando a la vez. La idea es también trasladar el gimnasio y la sala de spinning al edificio de las piscinas.

En cuanto al resto del presupuesto, se fija como “prioridad el mantenimiento de los servicios públicos y la calidad de los mismos, así como la no reducción del gasto social, y, desde el Área de Empleo, Promoción Económica y Comercio, la reactivación de tejido comercial y empresarial de Balmaseda, así como la formación para el empleo, en especial el femenino”.

En el apartado de inversiones, “se mantienen el proyecto de huertos urbanos, las obras en el palacio Horcasitas o la recuperación del Cerro del Castillo”. Entre las novedades, la colocación de placas solares en los edificios municipales, ayudas al estudio del euskera, un comedor escolar en verano para alumnado que accede a él con beca durante el curso y un servicio de comidas que opere cuando no lo haga el táper solidario. Asimismo, pronto regresará la feria Basquetxok y en 2023 continuará la programación navideña especial de la mano de las asociaciones de comerciantes y hosteleros, Balmadenda y Ostebal, respectivamente.

“Irreal y electoralista”

El PNV, con el candidato a la Alcaldía, Alfonso San Vicente a la cabeza, califica de “irreal y electoralista” el presupuesto, “engordado a todo correr con una inversión a crédito que todavía no saben si realizarán y de la que no han presentado ni el anteproyecto”. La legislatura que cumple su etapa final ha transcurrido en Balmaseda “sin proyectos ilusionantes y dando bandazos”, critican.