Dicen que segundas partes no son buenas pero en ocasiones no solo lo son, sino que resultan imprescindibles. Es el caso de la segunda parte de la obra Rutas mitológicas vascas escrita por el muskiztarra, Imanol Bueno Bernaola, y el tolosarra Aitor Ventureira San Miguel. A través de fotografías, mapas y textos los autores de esta guía del parnaso mitológico vasco invitan de nuevo al lector a redescubrir una geografía mágica, cuya naturaleza y paisajes siempre han estado protegidos por seres mitológicos. Tras un primer volumen dedicado a personajes como Mari, Tartalo o Sugaar, en este caso nos dan a conocer otros seres significativos, como las lamias, los jentiles o el dragón Herensuge. Este trabajo recoge las características de estos personajes y las leyendas que han llegado hasta nuestros días, y nos muestra los lugares en los que habitan, proponiendo interesantes rutas.

“Es una invitación a ver la montaña, el río y el bosque desde otra perspectiva; a saborear el encuentro con lugares donde se esconden los personajes legendarios; a dejarnos sorprender por las inmemoriales leyendas que atesoran. Es una oportunidad para abrazar nuestra mitología”, apuntan los autores que han visto como la editorial Txalaparta ha reeditado su primer libro de rutas, añadiendo mapas, y ha editado una obra que fusiona en euskera ambos libros de las rutas mágicas.

“Estaremos mañana en la Azoka de Durango para la firma de ejemplares pero también para hablar con los lectores y obtener el feedback de su experiencia con la primera parte. Por ejemplo conocemos a través de la propia editorial que algunos clubs de montaña están utilizando la guía para organizan salidas en su calendario de actividades y eso para nosotros es un motivo de orgullo”, señala Imanol Bueno quien considera que la vuelta a la normalidad tras la pandemia “será un revulsivo para esta cita con la cultura vasca ya que no habrá las limitaciones de aforos anteriores”.

En este nuevo libro de rutas mitológicas los autores proponen un extraordinario viaje a través de nuestras atávicas deidades, invitando a los lectores a dejarse llevar por su magia; a que caminen por la espesura del bosque de la mano de Basajaun y Basandere; a que dejen acariciar los pies descalzos en algún pozo mientras contemplan a las lamias peinarse sus largos cabellos; a bailar a la luz de la luna con los Jentiles en los collados abiertos a todos los vientos. Sumergirse en los secretos de las aguas mágicas en la mañana del día de San Juan, del solsticio de verano; surcar los cielos de Aralar hasta los mares bermejos con Herensuge; sentir la protectora cúpula vegetal del bosque sobre vuestras cabezas, sintiendo la sacralidad de la naturaleza; o volar montados en la escoba de alguna sorgiña “por encima de todas las zarzas, por debajo de todas las nubes” son algunas de las 18 rutas y 46 leyendas que componen el segundo libro.

“Planteamos excursiones sencillas para ser realizadas por toda la familia, sea cual sea el nivel deportivo, para disfrutar del camino, para sentir cada rinconcito de la ruta y saborear los secretos de estos parajes míticos. Cada capítulo del libro está protagonizado por un personaje o elemento de nuestra mitología, en el que explicamos sus características principales, datos de interés, leyendas vinculadas y algunas curiosidades. Se incluyen anexos con lugares atractivos desde la óptica arqueológica, etnográfica, museística, natural o geológica”, reseñan estos investigadores .

Rutas

Inicialmente este segundo libro estaba previsto para junio pero las dificultades de suministro de papel, como consecuencia el conflicto de Ucrania, se fue aplazando hasta que al final se pospuso hasta la Azoka de Durango hasta el día 11 de diciembre.

Cada una de las 18 rutas cuenta con un mapa e información precisa: distancia, desnivel, tiempo empleado en su realización, tipo de excursión, época recomendada, dificultad, coordenadas, restauración, alojamientos, lugares de pernocta de furgonetas y autocaravanas. “Nos gustaría que esta obra fuese una excusa para lanzarnos sin miramientos a descubrir aquello que fuimos y aún somos, aunque lo tengamos algo olvidado”.

La mejor forma de preservar este legado es conocerlo, pues estamos convencidos de que respetamos lo que amamos y amamos lo que conocemos. Y no se nos ocurre un modo mejor de saborear este tesoro que lanzarnos a caminar y sentir bajo nuestras botas todo ese universo ancestral”, postulan Aitor e Imanol. Caminar por bosques y megalitos, por montañas y molinos, por santuarios y ciudades sumergidas, por cuevas y fuentes. Los pasos llevarán al lector excursionista al dolmen de Jentillarri, a la cueva de Abauntz y a la de Arpea, a San Miguel de Aralar, a la Selva de Irati, al pueblo de Urrialdo, al bosque de Tantadui y a muchos otros parajes donde habitan nuestros seres mitológicos. “Si los mitos son los sueños de los pueblos, sigamos soñando”, anhelan Aitor Ventureira e Imanol Bueno.