La implantación de TicketBAI en Euskadi está requiriendo la instalación de un software all in one para la gestión integral de pymes y autónomos, una solución que en el caso de Billage, incluye CRM, gestión de proyectos y facturación. Ello supone que a través de la app de Billage el cliente puede gestionar el 100% de la empresa desde cualquier dispositivo y tener acceso remoto permanente e informes de actividad en tiempo real. La primera versión de este software se lanzó en 2014.

La implantación de TicketBAI, ¿qué supone para Billage?

—TicketBAI representa para Billage un reto adicional logrado con éxito. Y es que Billage es proveedor oficial homologado para la facturación electrónica y el cumplimiento de las obligaciones fiscales que ya exige la Hacienda Foral. Con Billage se puede realizar facturación en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa al detalle, libre de errores y siguiendo la normativa a rajatabla.

¿A qué responde la entrada en vigor de TicketBAI? ¿Cuáles son sus objetivos?

—La economía sumergida en España es un problema que genera millones de euros en pérdidas. Creo que iniciativas como TicketBAI son necesarias para perseguir el fraude fiscal y recaudar todos esos impuestos que, de otra forma, nunca serían percibidos. Además, es una manera de que las reglas de mercado se apliquen por igual a todas las empresas. Desde el equipo de producto y desarrollo de Billage decidimos que implementar TicketBAI era imprescindible. Debíamos seguir ofreciendo a nuestros clientes de Euskadi una solución completa, eficaz y oficial para su facturación.

¿Cómo es el proceso y a quién afecta?

—TicketBAI afecta a todos los autónomos y/o empresas ubicadas en territorio del País Vasco y navarro. Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa están obligadas a facturar y comunicar de inmediato telemáticamente cada movimiento de venta. Para ello necesitan un programa de facturación conectado con la Hacienda Foral que no se pueda modificar, que no emita errores y que esté totalmente homologado.

¿Qué requisitos hay que cumplir con TicketBai?

—Para que una empresa esté en orden con las obligaciones de TicketBAI debe facturar con un software de facturación electrónica conectado con la Hacienda Foral. La idea es que cualquier transacción de venta, por importe mínimo que suponga, esté notificada en tiempo real y de inmediato a la Hacienda Foral. Las plataformas homologadas, como Billage, facilitarán la facturación electrónica en solo unos pasos y clics. No solo se factura a los clientes y se agiliza el cobro sino que, además, se cumple con la normativa de TicketBAI de forma automática.

¿Cuál es su funcionamiento?

—Trabajar y cumplir con TicketBAI es muy sencillo, ágil y rápido. Todas las herramientas homologadas funcionan de forma similar y los pasos a seguir, en la mayoría de los casos, son cuatro. El primero es subir a la plataforma el certificado digital de la factura electrónica en caso de que sea la primera vez que se utiliza la misma; a continuación, dentro de la plataforma, habrá un apartado o integración de TicketBAI; el siguiente paso es certificar la empresa en TicketBAI, escogiendo el territorio de actuación; y el cuarto, crear una factura de forma habitual y enviarla directamente a la Hacienda Foral correspondiente desde dentro de la app en cuestión. En el caso de Billage, una vez finalizado el proceso, quedará un registro de actividad en el histórico para la tranquilidad del emisor. Siempre disponible para revisiones, auditorías e inspecciones. Además, se puede, en cualquier momento, revisar todas las respuestas emitidas en relación con TicketBAI.

¿Cuál es el software que deben implantar las empresas?

—Deberán implantar un software de facturación electrónica con el cual podrás crear tus facturas de manera automatizada en muy pocos pasos. Por supuesto, ¡yo tengo que recomendar Billage! Utilizando este software en cualquier pyme, el equipo trabajará de forma más eficaz, libre de errores y eliminarán de su día a día, las tareas tediosas que solo roban tiempo.

¿Cuáles son los siguientes pasos que hay que dar?

—Si no es cliente de Billage, tendrá que darse de alta y elegir el plan más adecuado a cada empresa. Cualquiera de ellos, que tenga el módulo de facturación, dispondrá inmediatamente de TicketBAI y Batuz ya instalado, sin tener que hacer nada extra. Batuz es una estrategia de control de la tributación de todas las empresas y autónomos sujetos a la normativa de Bizkaia con independencia de su tamaño.

¿Qué gastos le ocasiona?

—Una herramienta de facturación es un producto muy económico. Sobre todo en comparación con todo lo que hace por ti. Billage, por ejemplo, vale desde 12 euros al mes y, por supuesto, TicketBAI y Batuz están incluidos sin coste extra alguno.

¿Existen ayudas o subvenciones para su instalación?

—Los tres territorios del País Vasco ofrecen deducciones fiscales de hasta el 60% para aquellos que implanten el sistema durante el periodo voluntario. Además, en la actualidad estamos en plena campaña de Kit Digital, la subvención del Gobierno de España para autónomos y pymes de menos de 49 empleados que ofrece hasta 12.000 euros para invertir en transformación digital. Esto incluiría software de gestión y facturación electrónica por lo que toda pyme o autónomo que adquiera un software para implantar TicketBAI podrá beneficiarse de la misma. Además, desde Billage tramitamos gratuitamente la solicitud de la subvención a todos nuestros nuevos clientes.

Una vez instalado el software, ¿las facturas que se emiten ya son legales?

—Absolutamente y de forma automática. Solo hay que seguir los pasos antes especificados para informarle al programa, una sola vez, que se va a facturar con TicketBAI y Batuz. A partir de ahí, será la solución la que se encargue del resto una vez realizada la factura.

¿Cuál es el nivel de aceptación de TicketBAI en Euskadi, teniendo en cuenta que los plazos de su obligatoriedad son diferentes según cada Territorio Histórico?

—En general, el País Vasco es una comunidad autónoma con un nivel de inversión en innovación superior a la media nacional, por lo que su aceptación ha sido muy buena. De hecho, algunas empresas poco después de que se publicasen las primeras noticias, en el verano de 2021, ya estaban enviándonos consultas sobre cuándo podrían implantarlo en sus empresas.

¿Qué diferencias existen entre unas provincias y otras?

—Esto está siendo el gran obstáculo, ya que cada provincia ha impuesto unas fechas de implantación muy dispares. Todas han ofrecido un periodo voluntario. Sin embargo, hay provincias como Araba que su periodo voluntario está a punto de finalizar y será obligatorio para todos a partir del 1 de diciembre de 2022. Por contrapartida, Bizkaia está en el caso opuesto, donde hasta 2024 seguirá siendo voluntario.

En el caso concreto de Bizkaia. ¿Cuáles son los plazos?

—Bizkaia es la que está siendo más conservadora en su implantación. Y es que no será obligatorio su uso hasta el 1 de enero de 2024. Mientras tanto, durante estos meses que quedan, todas las empresas y autónomos que comiencen a implantarlo recibirán un descuento de hasta el 15% del rendimiento neto positivo de las actividades económicas del IRPF o de la base imponible positiva del IS o del IRNR.

¿Cómo está respondiendo la población vasca a esta nueva medida de control?

—La mayoría de empresas con las que hemos hablado creen que es una medida muy necesaria para frenar el fraude fiscal. Sobre todo para beneficiar a aquellas empresas que hacen bien las cosas frente a las que, facturando en B, se convierten en competencia desleal para ellos. Con TicketBAI y Batuz cada pequeña transacción y venta queda registrada, aunque sea una barra de pan. Así, todo el mundo tributa igual y se evita la economía sumergida que dé ventajas solo a unos y no a otros.

Hay precedentes en otros países. ¿Dónde y cuál es su resultado?

—Este sistema de facturación vasco va muy en la línea de lo que ya se está haciendo en otros países europeos como Suecia, Austria o Portugal. En España, la implantación de TicketBAI y Batuz es solo un primer paso. Una prueba. Se pretende, en los próximos años, extender este sistema a todo el territorio nacional y así, erradicar el fraude fiscal, incluso, de las pequeñas ventas.