Cualquier padre o madre que se precie hace lo imposible por sus hijos, pero hacer lo propio también por los demás muestra una humanidad y solidaridad increíble. El jarrillero Mikel Peña y Sonia, su mujer, hicieron lo imposible, movieron cielo y tierra para que su hijo Mikel, más conocido como Mikelontxon, superase el extraño cáncer que padecía. Por desgracia, ni la voluntad de Mikel y Sonia ni el ardor guerrero de Mikelontxon fueron suficiente para que evitar que el cáncer se llevase al joven de 12 años en junio de 2019. Pero el triste final de Mikelontxon, no hizo que concluyese la lucha de Mikel, su aita.

La salida tuvo lugar en el colegio Santa María de Portugalete. M.A. PARDO

Ayer lunes, Mikel Peña inició una nueva iniciativa para dar visibilidad al cáncer y pedir que se aumenten las inversiones para investigar esta enfermedad; una ruta de 377 kilómetros a pie que, hasta el sábado le llevará a 16 municipios de los tres territorios de Euskadi. “Esto lo hago por todo el mundo y, también, por mi hijo Mikel. El propósito de esta iniciativa es que se dediquen más fondos a la investigación del cáncer y, sobre todo, dar visibilidad a la enfermedad. Hay que hacerlo porque, a veces, parece una enfermedad escondida”, indicó el aita de Mikelontxon. La salida al reto tuvo lugar ayer lunes a las 08.00 horas desde un lugar muy especial; desde el árbol ubicado en el colegio Santa María que recuerda a Mikelontxon. “No hay mejor lugar para iniciar el reto que este lugar. Es, también, una forma de homenajear a mi hijo”, señaló Mikel Peña antes de empezar su largo caminar.

En la previa al inicio de esta ruta, en la que Mikel Peña va acompañado de José Miguel Fernández de Castro y Alberto Vallés, tuvo lugar un emotivo y sencillo acto. Tanto Mikel como quienes le acompañaban en la salida de este reto hicieron un corro y escucharon la canción Mi Héroe de Antonio Orozco, un tema que se ha convertido en un himno que refleja la lucha que libró Mikelontxon. Acto seguido, Mikel dio los primeros pasos de una iniciativa para la que se ha estado preparando durante los últimos tres meses andando, cada día, una media de 50 kilómetros y controlando la alimentación. Hasta el sábado, Mikel pasará por dieciséis municipios vascos: Sodupe, Areatza, Abadiño, Aulesti, Gernika, Markina-Xemein, Ondarroa, Eibar, Bergara, Zumarraga, Tolosa, Andoain, Hernani, Donostia, Laudio y Portugalete, villa a la que regresará el próximo sábado sobre las 13.30 horas para dar los últimos pasos de este reto en el marco de la carrera Mujer Coraje. “Creo que acabaré sobre las 14.30 horas, con llegar me conformo. Va a ser algo muy bonito porque hay cosas muy chulas preparadas. Va a ser muy especial”, comentó Mikel Peña, quien en esta experiencia también recaudará fondos en favor de Aspanovas. En algún lugar, Mikelontxon con su eterna sonrisa y las gafas de pasta negras, mirará orgulloso la labor de su aita para tratar de que, en un futuro, el cáncer tenga un mejor diagnóstico gracias a la investigación.