Aspira a convertirse en un nuevo espacio de referencia en Bilbao, tanto por su céntrica ubicación como por su singularidad, ya que en él se creará un nuevo pulmón verde para la villa. Un gran parque, que ocupará una cuarta parte de los 130.000 metros cuadrados que quedarán liberados tras el soterramiento de la estación de Abando con la llegada del TAV, será el protagonista absoluto de la nueva zona de expansión de la capital vizcaina.

El Ayuntamiento ha convocado el concurso internacional de ideas para diseñar y ordenar esta nueva zona de oportunidad. Para ello, se elegirá a cinco equipos para que planteen sus propuestas y, entre ellas, un jurado elegirá la que mejor se adapte al espacio, una tarea no exenta de retos. El diseño se conocerá el primer trimestre del próximo año.

Y es que el espacio va a suponer toda una oportunidad para la ciudad, no solo a nivel urbanístico, sino también en términos de cohesión social y tracción económica. "La eliminación de la infraestructura ferroviaria y su soterramiento nos permitirá borrar de una vez y para siempre la barrera física que separa y aleja dos realidades de Bilbao", ha subrayado en su presentación el alcalde, Juan Mari Aburto. "Lo que ocurra debajo de la superficie, la llegada soterrada del TAV, será crucial para la ciudad, pero lo que suceda encima de esa tapa será igual o incluso más importante porque nos ayudará a cohesionar la ciudad y generar nuevos espacios de oportunidad social, territorial y también económica".

El Ayuntamiento quiere que esa gran explanada que se liberará al eliminar las actuales vías se convierta en un "espacio clave en nuestra ciudad", en palabras del concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza, dotado, además de ese gran parque, de algo 1.100 viviendas -de las que un 42% serán de protección oficial o tasadas-, equipamientos públicos en función del número de viviendas y superficies para actividades económicas, que cada equipo deberá decidir cómo integra, si en los bajos de los edificios o en bloques diferenciados.

Todo ello, además, integrando elementos protegidos como la gran bóveda de la estación de Abando, de forma que no se conviertan en barreras o puntos negros. "Queremos que sea un espacio de referencia para la ciudad, para sus eventos, su programación cultural, sus encuentros sociales, para que realmente haya una unión entre los barrios que colindan en este entorno", se aspira.

En ese diseño, el protagonista absoluto será el gran parque central que ocupará prácticamente una cuarta parte del espacio, 35.000 de los 130.000 metros cuadrados totales, y que aspira a ser "una rótula, un elemento de unión y no en una trinchera nueva, verde pero trinchera, de separación entre barrios". Por ello, será precisamente su diseño uno de los aspectos que más se van a valorar entre las propuestas que se presentan al concurso, la forma que se le dé y los usos que permita la ordenación que se plantee para esa zona verde.

Conexión con el entorno

Otro de los aspectos que tendrá que resolver el equipo que resulte ganador es la conexión del espacio con las tramas del entorno. No será un reto sencillo, ya que se trata de una gran explanada que va desde la calle Xenpelar hasta Navarra, y desde Hurtado de Amezaga hasta Bailén, creando conexiones en una zona en la actualmente existen diferentes cotas y trincheras. Un ejemplo: ¿cómo integrar el espacio entre Zabala Xenpelar, más estrecha y con importantes desniveles, sin que se convierta en un fondo de saco inseguro? "Requiere pensarlo mucho, diseñarlo bien, porque no queremos que el parque separe, sino todo lo contrario. Es un reto interesante desde el punto de vista de la arquitectura", ha reconocido Abaunza.

El futuro master plan deberá también incorporar los elementos protegidos que existen en la zona, como la bóveda y la vidriera de la estación de Abando, la estación de La Concordia -que está calificado como monumento con lo que todas las actuaciones sobre ella tienen que estar muy medidas y tasadas- y los edificios de Particular del Norte, sin que supongan ningún obstáculo en la interconexión entre un barrio y otro y "sin generar zonas oscuras o de poca visibilidad". En los edificios de Los Ferroviarios, además, se actuará para mejorar las fachadas.

En el caso de la bóveda de la estación de Abando, se podría vaciar el relleno que, en el siglo XIX, con la llegada del ferrocarril a Bilbao, se construyó para nivelar el acceso de los trenes y que es visible en el muro de la calle Hurtado de Amézaga, haciéndose más importante a medida que se acerca a la plaza Circular. "De esta forma, el equipamiento que pueda surgir debajo de la bóveda pueda tener acceso desde la propia Hurtado de Amezaga. Queremos que se pueda acceder de forma fácil a ese parque central desde todos los entornos adyacentes", ha apuntado el concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos.