La futura extensión del trazado del tranvía a la isla de Zorrotzaurre imitará la forma de ‘Y’ que caracteriza al metro de Bilbao. El nuevo trazado, que tendrá un coste de 42 millones y un plazo de ejecución de 30 meses, dispondrá de cinco paradas, una de ellas en Olabeaga, y sumará una longitud total de 2,4 kilómetros hasta llegar al final de la antigua península, en su punta norte.

Un recorrido que según se recoge en el estudio informativo tiene como nudo gordiano la rotonda que bordea el edificio plano que también se asoma la plaza del Sagrado Corazón y donde con anterioridad se ubicaba la sede de la delegación de Tráfico.

Infografía del trazado del tranvía Deia

Partiendo el itinerario de la parada ubicada frente al Palacio Euskalduna, en el nuevo escenario el tranvía circulará por la trasera del citado edificio para poder enfilar hacia el barrio de Olabeaga y proseguir también hacia la avenida de Sabino Arana. Con en este nuevo escenario se anulará el tramo que ahora usa el tranvía y que recorre parte de la rotonda del Sagrado Corazón.

Los ingenieros han diseñado una fórmula que se integra en la urbanización de la rotonda existente llevando el trazado por el perímetro exterior ocupando parte de la calzada y de la acera colindante. También se minimizarán las afecciones al aparcamiento subterráneo del Palacio Euskalduna, al espacio peatonal colindante, y al muro de la Casa de la Misericordia, parte el cual se verá afectado. Una ampliación en el anillo interior de la glorieta permitirá que continúen los actuales cuatro carriles para el tráfico rodado a pesar de la implantación del tranvía.

Superada la rotonda, el transporte tomará el antiguo trazado del tren de Cercanías de Renfe, en desuso desde que el servicio se trasladara bajo la avenida del Ferrocarril, y que corre en paralelo al muelle de Olabeaga hasta llegar a la zona abierta donde se encuentra el mural que reza ‘Soñar’.

Un centenar de metros antes se ubicará la primera parada del nuevo trazado para dar servicio a los vecinos del barrio ribereño. Ello requerirá desmontes en la ladera que baja desde San Mamés y demoler la vetusta pasarela peatonal que salva el viejo pasillo ferroviario. Después se restituirá.

Ampliación del tranvía de Bilbao a Zorrotzaurre Deia

La parada, denominada Olabeaga, tendrá una longitud de 30 metros y andenes laterales, una configuración que repetirán el resto de marquesinas, igual que las actuales en servicio.

Tras girar 90 grados el recorrido tranviario se convertirá en puente para salvar los 80 metros de anchura que tiene en este punto la ría y desembocar en la isla. Un paso que será fijo, lo que impedirá la navegación aguas a arriba de embarcaciones a vela o yates privados de mucha altura.

Los barcos tendrán siempre para su paso un mínimo de 7,25 metros de altura al tomarse como referencia, con respecto a los bajos del puente, las pleamares más vivas del año en octubre y abril. Con marea baja el paso será mucho más amplio.

En principio, el diseño del puente es funcional y se va a elegir entre una estructura portante de doble arco de celosía u otra de cables de acero similares a los de la pasarela Zubi Zuri. Contará con casi 19 metros de ancho y el pasillo central será ocupado por las vías, que estarán flanqueadas por una acera para peatones y un bidegorri. Los estribos del viaducto en ambas márgenes de la ría contarán con apoyos a base de micropilotes que se empotrarán hasta cuatro metros en la roca situada a su vez a cerca de 10 metros de profundidad.

Infografía del puente por donde pasará el tranvía Deia

El tranvía llegará a Zorrotzaurre a una altura de algo más de once metros sobre el cauce de la ría y mediante una rampa en curva bajará hasta los 5,5 metros para alcanzar la traza de la futura avenida de las Galleteras. Bajo la estructura que desemboca en la isla se habilitará un paso para permitir el itinerario peatonal que se ha previsto habilitar bordeando la orilla de isla.

Una vez en la isla, el desarrollo del tranvía es sencillo y lineal ocupando el centro de la arteria principal con un pasillo verde como el que se ofrece en la avenida de Abandoibarra.

El planteamiento de Euskal Trenbide Sarea (ETS) como gestor ferroviario del Gobierno vasco sigue el plan urbanístico original de la arquitecta anglo iraní Zaha Hadid convirtiendo el tranvía en la columna vertebral del transporte público de la isla.

Pocas alegaciones

La primera parada se ubicará pocos metros después de abandonar el puente, a la altura de la Casa de la Palmera. La segunda se ha planeado rebasada la plaza de la iglesia de San Pablo Apostol, una tercera poco antes de la trasera del edificio Conssoni y la última antes de llegar a la calle que conecta con el puente que salta a San Ignacio.

Aunque esta última parada cercana a la punta norte de la isla puede cambiar de ubicación. En diciembre, acabó el plazo de información pública del estudio informativo al cual tan solo se presentaron 10 alegaciones. Una de ellas fue firmada por la Comisión Gestora de Zorrotzaurre que pretende que la última parada se ubique unas decenas de metros más adelante, en el tramo de vial que ya enfila hacia el futuro puente que se tienda para unir la isla con Zorrotza. De hecho, esta es la localización concretada en los planos de la urbanización que ejecuta la comisión gestora en la punta norte.

NAVEGABILIDAD. La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial ha presentado una alegación al estudio pidiendo “la construcción de un puente móvil de cota baja, de un trazado lo más urbano posible” para permitir la navegación de embarcaciones habituales y cuya apertura pueda permitir “el paso de todo tipo de buques en situaciones excepcionales, no limitando la navegabilidad de la ría aguas arriba del puente” de la que se beneficiaría el Museo Marítimo. Además, critican los “importantes terraplenes” y “los muros que los sustentan” los cuales “crean importantes barreras visuales en ambas márgenes de la Ría”. Consideran que los arcos previsto crean “un colapso visual de la percepción diáfana” en Olabeaga y Zorrotzaurre.