El pleno del Ayuntamiento de Bilbao ha aprobado este lunes los presupuestos para 2023, que constituyen una "herramienta fundamental" para hacer frente a un año "difícil", en palabras de la concejala de Hacienda, Marta Ajuria, ante la incertidumbre económica derivada de la inflación.

Con un montante económico de 663,5 millones de euros, las cuentas del próximo ejercicio hacen especial hincapié en la protección de los colectivos más vulnerables ante la actual situación económica y el mantenimiento de los servicios públicos. El proyecto ha sido rechazado por los tres grupos de la oposición y ha incorporado 36 enmiendas parciales presentadas por EH Bildu, Elkarrekin Bilbao y el PP por valor de 1,3 millones de euros.

El alcalde, Juan Mari Aburto, ha definido el presupuesto de Bilbao para 2023 como "responsable", que dará respuesta a las necesidades de los bilbainos, "sin dejar a nadie atrás", y permitirá "hacer frente a los retos que tenemos en estos momentos de incertidumbre". Servirán, asimismo, para "mejorar la calidad de vida" de sus ciudadanos; apostar por el desarrollo económico y la cohesión social, y fortalecer los servicios públicos con "eficacia y eficiencia".

Pese a la postura de la oposición, Aburto se ha mostrado convencido de que estos partidos comparten "en más de un 90%" el presupuesto aprobado este lunes, "que se deduce del porcentaje de enmiendas parciales que han presentado". Por ello, ha animado a todos los partidos "a seguir trabajando y hagámoslo juntos por un Bilbao que sea más seguro, más sostenible, más solidario, más inclusivo, más moderno e innovador", haciendo de la villa una ciudad "más atractiva para vivir, trabajar y visitar".

Marta Ajuria ha admitido que las previsiones para 2023 dibujan un escenario complicado a nivel económico. "No hablamos de recesión pero sí de un enfriamiento significativo", ante el cual los presupuestos del Ayuntamiento constituyen una "herramienta fundamental" para hacer frente al próximo ejercicio, "que será un año difícil", ya que la "la amenaza de la incertidumbre nos obliga a estar alertas".

La concejala ha mostrado su voluntad de que todos los partidos fueran "de la mano" a la hora de aprobar unas cuentas "que no son las del PNV y del PSE; son las cuentas que Bilbao y sus habitantes necesitamos en un momento complejo en el que las dudas se imponen a las certezas". Y es que, según ha considerado, "hemos logrado preservar la sostenibilidad financiera que nos define y profundizar al mismo tiempo en nuestra capacidad inversora y el compromiso de este Ayuntamiento con la justicia y la equidad social". Es el momento, ha mantenido, "de ser prudentes y audaces, actuar con cautela y a la vez con valentía".

El presupuesto para 2023 asciende a 663,5 millones de euros, 30 millones y un 4,8% más que este ejercicio, y apuestan por seguir manteniendo unos servicios públicos "de calidad", a pesar del incremento de las materias primas, la energía y las subidas salariales, "que afectan directamente a los contratos". Para ellos se ha reservado un montante de 314 millones de euros, que se destinarán a ámbitos como la seguridad, el transporte público o la limpieza.

Estas cuentas pondrán a las personas más necesitadas de apoyo "en el centro de todas las actuaciones", con políticas que se pondrán en marcha desde las áreas de Acción Social, Salud y Consumo, y Juventud, Igualdad y Cooperación. Desde la primera se reforzarán de forma especial tres ámbitos, "esenciales en el contexto económico actual", como son el Servicio de Ayuda a Domicilio, el apoyo a las personas desahuciados, y las aportaciones en relación con las viviendas comunitarias. También se incidirá en la atención a las mujeres víctimas de la violencia machista.

Los jóvenes serán otro colectivo en el que se volcará el Consistorio bilbaino, con un proyecto en La Perrera como ejemplo más significativo. Así, en 2023 a los planes ordinarios de empleo juvenil elaborados con el Gobierno vasco y Lanbide se sumarán otros dos nuevos, uno de inclusión sociolaboral y el de primera experiencia laboral en la Administración Pública.

Incremento en la inversión pública

Las inversiones públicas se elevarán hasta los 117 millones de euros, una partida que ha experimentado un incremento más que notable desde que comenzó la legislatura en 2019, cuando la partida era de 81 millones; el aumento ha sido del 43%, mientras que el presupuesto total ha subido un 18% en estos cuatro años.

Se seguirá también trabajando para captar inversiones, haciendo especial hincapié en el nuevo campus tecnológico de Zorrotzaurre para las empresas de alta innovación y especialización. Sin olvidar el impulso a los grandes eventos, como la salida del Tour, "que contribuyan a la generación de riqueza en el municipio y a la promoción de Bilbao en el exterior".

Ajuria ha destacado las partidas para abrir un nuevo espacio de Bilbao Arte, y para las ampliaciones del Museo de Bellas Artes y el Euskal Museoa; los cinco millones de euros para la mejora de los polideportivos, como los de Artxanda, Zorrotza o Rekalde, o los 53 millones para los barrios a través de proyectos definidos junto a los propios vecinos en el plan Auzokide.

Ingresos sobre "bases sólidas"

En relación a las previsiones de ingresos, Ajuria ha destacado la necesidad de que estos se determinen sobre "bases sólidas". En este ámbito, hay que tener en cuenta que las tasas e impuestos municipales se congelarán el próximo año, Udalkutxa se mantendrá como principal vía de financiación municipal (con 6,5 millones de euros más que este 2022), no se prevé la venta de ningún propiedad, se han incluido las ayudas que llegarán de los fondos Next Generation y también se contempla la posibilidad de ejecutar una operación de crédito de 26 millones de euros.