La renovación de la Avenida Lehendakari Aguirre que arranca hoy mismo se aborda como continuación, estética y funcional, de la obra de la Plaza San Pedro, finalizada a principios del mes de junio.

Estos trabajos, que cuentan con un presupuesto de casi 5 millones y se desarrollarán en los próximos quince meses, persiguen la reordenación del espacio, de cara a dotar a la calle de un carácter mayoritariamente peatonal, con mayor presencia de zonas estanciales y más protagonismo de la vegetación y el arbolado.

En total se actuará sobre 25.805 metros cuadrados que abarcan desde la rotonda de Don Bosco hasta la Plaza San Pedro.

Las líneas generales de este proyecto pasan por replantear la sección actual de la calle, renovar los firmes y pavimento. Así, se eliminará la medianera central del vial, se reducirá el número de carriles y se ampliará el ancho de la acera, al tiempo que se incluirá un carril-bici bidireccional en el lado de los números impares.

Se creará, además, una zona de paseo con áreas estanciales a lo largo de todo el recorrido y habrá también mayor presencia de zonas verdes y vegetación entre vial y paseo.

El proyecto abordará también la renovación de las redes de alumbrado, saneamiento y abastecimiento, en línea con lo ejecutado en la Plaza San Pedro. Así como la modernización de la fibra municipal, cableado y canalización de semaforización y la inclusión de la telegestión para el riego.

En las aceras se emplearán pavimentos a base de baldosa tipo Bilbao y el bordillo se ejecutará en granito, mientras que para las zonas estanciales se plantea un acabado de un carácter más noble, que recuerde a un jardín y genere un ambiente más amable para la estancia. Es por ello que se ha pensado en un pavimento a base de adoquín de granito.

Para pasos de cebra, cambios de rasante como escaleras o paso de vehículos en acera como los accesos a vados, se colocarán baldosas con relieve.

RENOVACIÓN DEL ARBOLADO

Se plantea la sustitución del arbolado del ámbito por nuevos ejemplares. Esa sustitución se realiza fundamentalmente por razones de seguridad, de cara a minimizar riesgos de caídas y fracturas ya que los árboles preexistentes se encuentran en mal estado y con las raíces muy mermadas por el paso cada vez más masivo, y a lo largo de los años, de distintos servicios.

En total, se retirarán 128 unidades de olmo y se plantarán 125 nuevos ejemplares. La especie elegida para los nuevos árboles es el arce tridente, una especie de alto valor estético, con menores interferencias con su entorno urbano, y de crecimiento máximo entre los 9 y los 10 metros.