El jurado popular del doble crimen de Abanto se ha retirado a deliberar si F.M.S. es culpable de haber asesinado a su esposa e hija con los agravantes de parentesco y de género, como sostienen las acusaciones, o si por el contrario fueron, según la defensa, dos delitos de homicidio con circunstancias que atenúan la condena.

Este lunes los miembros del tribunal del jurado, 7 mujeres y 2 hombres, han recibido de manos de la magistrada de la sección segunda de la Audiencia de Bizkaia, María José Martínez el cuestionario, con 33 preguntas que conforman el objeto del veredicto y se ha retirado para comenzar a discutir sobre la responsabilidad del único acusado del doble crimen de 2020 en Abanto-Zierbena.

Todas las partes han mantenido sus peticiones iniciales de penas. La Fiscalía, la acusación particular que representa a la familia, la acción popular de la asociación Clara Campoamor y la Abogacía del Estado consideran que el acusado cometió dos delitos de asesinato con alevosía con agravante de parentesco y también de género (para fiscalía y abogacía del Estado en el caso de su esposa y para las otras dos acusaciones en los dos casos).

Peticiones de 47 a 50 años de prisión

El fiscal y la abogada del Estado solicitan una pena de 24 años de prisión por el crimen de la madre y 23 años por el de la hija, mientras que los abogados de la familia y de Clara Campoamor mantienen una petición de 25 años por cada una de las muertes. Todos ellos piden, además, posterior libertad vigilada durante diez años.

En la presentación de sus conclusiones, la Fiscalía ha afirmado que "no se puede calificar de otra forma" que como asesinato "esa brutal, cobarde, sanguinaria forma de acabar" con la vida de las dos mujeres. Según ha denunciado, fueron "ejecutadas a traición, de manera sorpresiva y sin posibilidad de defensa".

El fiscal ha expuesto en el juicio que las víctimas fueron "sacrificadas por un verdadero monstruo", que actuó de forma "consciente, voluntaria y planificada" y que las golpeó "con mucha fuerza" con una maza y después las degolló "con ira, saña y furia". Según ha remarcado, el acusado las mató "con plena conciencia y voluntad".

El abogado de la familia ha subrayado que "hubo asesinato" y que el acusado "buscó la superioridad, la indefensión de ellas, premeditó" y, según ha remarcado, "todo ello es solo entendible desde la agravante de género". "Fue violencia de género", ha insistido. El letrado ha señalado que el encausado ha planteado en el juicio una "historia sesgada" porque se ha privado a las víctimas de "su voz" y ha presentado "un matrimonio que era un infierno" como "una familia idílica". En su opinión, en este caso se cumple el dicho popular de "en la calle una paloma, en casa un lobo".